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A los empleados de la delegación de la Secretaría de Bienestar que se han contagiado de la Covid-19 se les pide, en la medida de lo posible y siempre que su estado de salud lo permita, que hagan home office, debido a la carga de trabajo que tiene la dependencia, confirmó la delegada de la dependencia federal en Querétaro, Rocío Peniche Vera.
“Lejos de todas nuestras intenciones en Bienestar sí pedimos que los colaboradores nos ayuden en la medida de lo posible, porque nuestra vocación es servicio, atender. No hemos parado. Hemos tenido pandemia y en Bienestar las puertas han seguido abiertas”, señaló.
En días pasados, EL UNIVERSAL Querétaro publicó el testimonio de empleados de la delegación de Bienestar en el estado, quienes denunciaron que pese a dar positivo a Covid-19 se les pedía trabajar desde sus domicilios, además de situaciones contractuales desventajosas.
Asimismo, indicaron que los contratos de trabajo se otorgan de manera mensual y viven con incertidumbre, pues cuando no les van a renovar el mismo no les avisan con tiempo, sino que los despiden de un día para otro.
Peniche indicó que la delegación federal no ha sido la excepción en esta oleada de Covid-19 en su variable Ómicron, que si bien no causa hospitalización y deja inactivos a quienes lo contraen, les han pedido a sus colaboradores que apoyen en el trabajo en la medida de sus posibilidades, aunque no es obligatorio y recordó que, desde el inicio de la emergencia sanitaria, en 2020, el trabajo desde casa fue algo común.
Apuntó que en la tarea de organizar el operativo de vacunación han tenido que tomar precauciones para salvaguardar la salud de sus colaboradores. “Hemos tenido que ser muy cuidadosos para no contagiarnos y no contagiar. Afortunadamente lo hemos podido hacer. Creo que mucho de la vocación de quienes trabajamos en Bienestar es una fuerte vocación de servicio y estamos convencidos de que estamos aquí porque queremos que nuestro país mejore”.
Indicó que efectivamente hubo un brote de Covid-19 en la dependencia en días pasados, resultando contagiadas 12 personas, quienes se fueron a casa para permanecer en aislamiento.
Incluso, dijo, a personal con síntomas leves se le exhortó a permanecer en su domicilio. A algunos, agregó, ya con resultado negativo, pero con resfriados comunes, se les mandó descansar.
“El Ómicron está con nosotros y no queremos arriesgarnos, los poquitos que podemos estar sanos seguimos entregando los programas”, subrayó.
Peniche Vera precisó que alrededor de 300 personas de la delegación federal están involucradas en la vacunación contra el virus SARS CoV-2. Por semana vacunan a 120 mil personas.
“Estamos teniendo necesidad de echar mano de personal que de pronto está apoyándonos en oficina pero que le pedimos que nos ayude, de pronto necesitamos que esté en vacunación, pero hemos salido adelante”.
Detalló que se heredó una administración muy grande en la delegación federal, pues había personal de base, de confianza y de honorarios, de éstos últimos eran cerca de 300 que actualmente son 200, además de 60 personas de base y confianza.
“Base y confianza no han venido desde la pandemia, o algunos jóvenes (lo han hecho). Hemos respetado total y absolutamente que si eres mayor de tal edad, que si tiene comorbilidad, que si tienen hijos, no vengan. No han venido. Todo este periodo que Bienestar no ha cerrado hemos trabajado con todo nuestro personal de honorarios y con los servidores de la nación.
Tenemos nuestro personal de honorarios, que heredada esa estructura, que es muy grande, 200 personas es enorme y que se ha tenido el cuidado de ver la posibilidad de regularizarlos poco a poco, porque es a nivel país, todas las delegaciones de Bienestar están en una situación similar. Anteriormente estaba más crítico. Actualmente, en este gobierno, nos apoyamos con los servidores de la nación, que ellos están perfectamente regularizados. Esto fue creado por el presidente y lo creó con prestaciones, con todas las condiciones de ley”.
En Querétaro, acotó, son 300 servidores de la nación. Añadió que el trabajo que se hace en Bienestar obedece a una emergencia que se debe atender necesariamente y no se puede restringir el horario.
“Es una convicción, estamos contentos con ello, y no obligamos a nadie. Si estamos de acuerdo en llevar a cabo estas jornadas de trabajo, adelante. Si no, no pasa nada. Estamos conscientes que esto se hace por voluntad”.