Asus 62 años de edad, Isidra Ávila fue la ganadora del Concurso Nacional de Plañideras 2018, realizado en San Juan del Río. Fue la primera vez que concursó, sin embargo, provocó los aplausos y las risas de todos los asistentes al certamen, al improvisar el llanto para la tumba de José Alfredo Jiménez, así como por llorarle al gobernador del estado, Francisco Domínguez.
Este año se cumplieron 11 ediciones del concurso, el cual se realiza como parte de las actividades culturales que integran el Festival del Día de Muertos de la ciudad. En el certamen, mujeres sanjuanenses y de diversos estados de la República han participado con la representación de estos personajes a quienes se les pagaba para llorar a los difuntos durante los velorios.
A decir del director del Instituto de Cultura, Turismo y Juventud de San Juan del Río, Eduardo Guillén Romero, la figura de las plañideras se ha ido perdiendo, aunque hay localidades en el estado de Michoacán donde todavía se realiza esta costumbre; no obstante en San Juan del Río se ha vuelto una tradición el concurso donde mujeres de diferentes edades muestran sus dotes histriónicos.
En este año, Isidra Ávila —la ganadora del primer lugar— decidió participar, luego de que una amiga le platicó que ha participado en el concurso. A Isidra siempre le ha gustado la poesía y el teatro, incluso este año ha sido de logros importantes para ella, pues también ganó el primer lugar en el concurso de declamación que se organiza en junio, durante la feria de San Juan.
Isidra tiene tres hijas y un hijo, además de 11 nietos; vive en la colonia Villa de las flores, en la zona oriente de San Juan del Río. Por poco y no alcanza a inscribirse al concurso dado que había olvidado presentarse, pero el último día logró hacer el registro y logró ser la ganadora de la edición décimo primera.
Esta mujer es originaria de la comunidad de San Pedro Xochiteotla, en el estado de Tlaxcala, pero desde hace 30 años vive en San Juan del Río. Al preguntarle su origen se ríe y dice que sí es de Tlaxcala, que esa es la tierra que la vio nacer “pero esta es la tierra que me da de comer”. Isidra se dedica al hogar y desde hace unos meses ha tenido que batallar con una enfermedad en sus ojos, lo cual le causa dolor y le impide ver con normalidad.
Sin embargo, su intención de participar fue más fuerte que la dolencia, y con ayuda de su familia y sus vecinos logró preparar su interpretación y vestuario de plañidera: se puso un vestido negro, un rebozo y llevó una vela y un sahumerio. Justo como se acostumbra en su pueblo en el estado de Tlaxcala.
“Cada año quería anotarme pero se me pasaba y no venía, pero este año sí me anoté, de hecho fui la última en anotarme… también quiero decir que yo nunca me había vestido así. Tuve que investigar qué era una plañidera, pregunté a mis vecinos cómo era porque donde yo nací no se acostumbra, allá la gente le llora a los muertos. Todo el pueblo va cuando alguien muere y cuando llora uno, todos lloramos”, refiere.
La primera ronda del concurso consistió en que las participantes tendrían que preparar un llanto y un diálogo para un personaje asignado, entre ellos Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador, Frida Kahlo, Javier López “Chabelo”, José José y Joan Sebastian, además del gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién. El llanto de Isidra fue especialmente para el mandatario del estado.
Ella fue de las últimas en participar en esa primera ronda. Cuando subió al escenario donde fue colocado un ataúd lo hizo con gran entusiasmo. Un grito ensordecedor fue el inicio de su actuación y, después, el llanto por “Panchito”, quien habría fallecido por comerse un mole de guajolote que le regalaron hace unas semanas en el municipio de Amealco.
La interpretación de Isidra hizo que los asistentes y el jurado calificador soltaran carcajadas al escuchar las palabras de esta plañidera. Después, en la segunda ronda donde las participantes debían improvisar, Isidra dedicó su llanto a su ídolo José Alfredo Jiménez, y entonces se supo entre el público que su triunfo era contundente.
“No puedo usar los ojos para ver o estudiar, pero lo que uno se tiene que aprender lo graba uno en el celular y te lo aprendes… Cuando me dijeron que me tocaba llorarle al gobernador pues me tuve que documentar para saber de qué iba a hablar y cómo le iba a llorar, porque son las dos cosas; no sólo lloras o solo hablas, aunque tampoco sabía si era chusco, creo que eso falta que se diga bien en la convocatoria. Pero igual dije lo del guajolote que salió en las noticias”, menciona.
Isidra confiesa que sí lloró durante la interpretación, pues a pesar de que hizo algunos chistes, se concentró y pensó en su yerno fallecido hace casi 20 años, lo cual fue una de las tragedias más grandes en su familia, eso también le ayudó a mejorar su interpretación y con ello obtener el triunfo en este concurso.
Al término del concurso, esta mujer tlaxcalteca posa para las fotografías junto con su amiga la que la invitó a participar; su sonrisa no cabe en su rostro y comenta que espera volver a concursar el año siguiente. El premio que recibió Isidra fue de 3 mil 500 pesos, los cuales —dice— usará para preparar la siguiente operación de sus ojos, pues la tuvo que aplazar por la falta de recursos económicos.
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