La familia Tavera viajó desde San Ángelo, Texas, hasta el municipio de Jalpan de Serra, Querétaro, con la Caravana Migrante. Su viaje fue de 12 horas desde Laredo, con dos paradas para alimentos en Parador San Pedro, en Nuevo León, y posteriormente en Río Verde, San Luis Potosí; pausas que sirvieron para relajarse y abastecer combustible; siempre con la emoción a flor de piel por llegar a la casa materna.
Para el jerarca de la familia, Leoncio Tavera, la salida de la caravana una hora más temprano funcionó, porque “antes llegábamos más tarde. Igual del otro lado [en EU] se hace más tráfico”. Esta temporada, indica, visitará a sus hermanos y cuñados, explica
Por su parte, Juana García, esposa de Leoncio, indicó que es la tercer ocasión que viajan en la Caravana Migrante.
“Me siento con mucha emoción por ver a la familia, algo cansados pero a gusto”, explicó. La familia volverá este 8 de enero en el mismo ejercicio de regresar agrupados y custodiados, pues “las niñas tienen escuela”, refiere.
Lisbeth López también se integró junto a su familia a la caravana: “Venimos de Carolina del Sur; hicimos un viaje bastante largo para llegar a Laredo, está pesadito, pero está bien”, afirma.
Recuerda con nostalgia que tan sólo desde su casa hasta Laredo, Texas, hicieron 20 horas de viaje: “Vamos al municipio de Querétaro, cerca de Santa Rosa Jáuregui. Yo nací en Estados Unidos, actualmente soy estudiante, pero cada año visitamos a nuestros familiares en México, cuando son día de vacaciones”.
“Somos cinco personas, las que viajamos, tenemos cinco años de viajar en la caravana. Viaja también nosotros ‘Gugo’”, su perrito peludo color café, a quien se le duerme para que no se estrese en el viaje.
Viaja en una camioneta negra pick up, con sus papás, y dos hermanos mayores.
Por su parte, José María Ángeles, migrante queretano que salió de Arlington, tiene por destino Jalpan, población a la cual viaja constantemente. Relata que en Estados Unidos trabaja en un taller mecánico.
Explica que tuvieron un viaje muy tranquilo y dice que es la primera ocasión que participa en la Caravana.
“Todo mundo conoce la caravana. Lo más importante de viajar aquí es la seguridad. Hay muchos participantes que vienen de muy al norte, y cuando llegan a Laredo, llegan bien cansados y por eso en algunas ocasiones zigzagueando. Del lado mexicano esperamos que todo esté bien”, refiere.
José Isaías Pantoja Rangel viajó desde Los Ángeles, California, hasta Laredo y su destino es Pénjamo, Guanajuato.
Hizo 30 horas para llegar a Laredo y es la primera ocasión que participa en la Caravana, de la cual se enteró por medio de redes sociales, por lo que decidió inscribirsee “por la inseguridad que hay en las carreteras de México”.
José Isaías viaja con su nieto, esposa, hija y nieta, por eso no quiero arriesgar nada y refiere que desde Laredo, Texas, hasta Pénjamo tardó alrededor de 13 horas en llegar.
“Ya no trabajó en Estados Unidos, soy pensionado. Mi hija trabaja en la ensambladora Kia” y agrega que durante su vida laboral trabajó como chófer en un tráiler y conoce las carreteras estadounidense, debido a que le tocaba descargar carga en Laredo, Texas.
“Cuando entramos a Estados Unidos se nos cambia la cultura, debido a que nos tenemos que adaptar a las nuevas normas, mientras que en México nuestra cultura es que no queremos aceptar normas”.
La migración, enfatiza, no se podrá detener mientras que la pobreza no se erradique, y remata que “es mejor vivir en Estados Unidos con un salario mínimo, que sobrevivir en México con lo poco que se puede ganar ahí”.