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Préstamos gota a gota; espirales de deudas y hostigamiento para las mujeres de El Marqués

La modalidad crediticia afecta, principalmente a las mujeres. Víctima relata cómo los prestamistas regresan después de haber pagado e insisten con los cobros

Foto: El Universal Querétaro
05/05/2024 |11:53


Por: Iris Díaz


Los préstamos gota a gota también existen en Querétaro. Son una modalidad crediticia informal; consiste en que un particular facilita una suma de dinero a cambio de pagos pequeños y constantes. Sin embargo, si estos no se cubren, el monto de la deuda crece; incluso, aún pagado el capital inicial, el cobro continúa.

Uno de los municipios en los que esta modalidad de crédito opera es El Marqués, donde un grupo de mujeres ha denunciado y ha alertado, a voces, del riesgo que implica asumir estas deudas. Ellas han encontrado un modus operandi: el dinero es para las jefas del hogar, quienes administran o llevan el gasto; ven en ellas "figuras responsables", aunque también son ellas quienes pueden hallarse en condiciones de vulnerabilidad para sacar adelante los créditos.

El prestamista hostigará para cobrar, arrebatará la calma y volverá un puñado de nervios la vida de las personas deudoras. En relación a los préstamos gota a gota, una trabajadora del hogar contó, en entrevista, para EL UNIVERSAL Querétaro la experiencia que, desde hace seis meses, permea su vida:

“Es una situación muy difícil la verdad. Aquí, los préstamos gota a gota se otorgan a las mujeres, supuestamente porque la mujer es la que tiene más cordura o el mando de la casa, pero sabemos que no siempre es así. Entonces, nos dan tanta facilidad para obtener ese préstamo, y se nos hace tan fácil; en lo personal se me hizo tan fácil envolverme en esto que llega un momento en donde ya no puede una, ya está ahorcada…

“Cuando ya estamos muy metidas en esto ya no sabemos qué hacer por las presiones, porque ellos nos exigen. Hay compañeras de mi comunidad, Saldarriaga, todo El Marqués; estamos mal en préstamos gota a gota y las principales víctimas son mujeres. Hay personas que han terminado de pagar y aún así no respetan la tarjeta que nos dan de pago, ellos vuelven a venir a cobrar. Como mujer me gustaría ayudar a más personas porque es una situación muy difícil”.

¿Cómo notó que se trataba de un posible fraude o que las condiciones de préstamo no eran legales?

“Se terminaba de pagar, pero después regresaban y nos volvían a cobrar. Les mostrabamos las tarjetas y ellos decían que no, que no eran válidas. Entonces ¿dónde está todo lo que pagamos? En su momento ayudó, pero ahorita ya es una situación muy difícil”.

¿Qué tantas mujeres están siendo afectadas?

“Aquí en El Marqués, yo le podría decir que en mi comunidad, Saldarriaga, un 80% de las mujeres. He sabido de otras comunidades: Jesús María, La Piedad, La Griega. No nos estamos negando a pagar, simplemente les estamos pidiendo tiempo o poder dar una parte, pero a ellos no les importa, lo que quieren es su pago y punto; es su pago o es su pago, aquí no hay consideración...

”Lo peor es que hoy que estamos en un tiempo del feminismo, que a veces entre nosotras como mujeres somos las que más nos hacemos daño. Las personas que trabajan para estas financieras son de lo peor, quisiera entender ¿cómo es posible que una misma mujer, mamá, ama de casa, que ya sabe y ha vivido, haga esto?, ¿por qué no entender un poco de todo esto?”.

¿Cómo mujeres qué han hecho para enfrentan a los prestamistas; se han organizado?

“La verdad sí, yo he hablado con ellas, con personas que ya están en situación peores y ellas también ya no pueden, porque lo que pasa es que hoy no tenemos para ese pago y nos ofrecen otro crédito para poder pagar ese, y vamos haciendo una bolita de nieve; destapamos un hoyo para tapar otro. Nos dan tanta facilidad que se nos hace sencillo. Tal vez dirán que tenemos la culpa, pero yo quisiera que desaparezcan los préstamos gota a gota, que exista una regulación o algo. Por ejemplo, hoy tengo que dar un pago y si realmente no lo tengo, a ellos no les importa, ellos vienen y tocan la puerta hasta quererla tirar, si les abre un menor, entran y le recogen la pantalla, el télefono, el microondas, si estoy yo me dicen “subanse y vamos para que consiga”.

A lo largo de estos meses, ¿qué ha hecho para sobrellevar la situación?

“He hecho tantas cosas, todo esto me ha llevado a perder personas de mi familia, en el sentido de que me han tratado de ayudar y sacar del hoyo, y no he podido porque no es uno, son varios, y no he podido salir. Tengo hasta dos o tres trabajos al día para poder sobresalir, prefiero dar un pago y dejar sin comer a mi familia. Porque no quiero, no es lindo que te vengan a tocar la puerta y te estén gritando desde el otro lado de la calle que eres una deudora. Pierde uno la dignidad, aguanta humillaciones de los prestamistas o de las mismas personas que trabajan para ellos. Así uno ya no tiene vida, al menos yo ya no tengo vida, porque solo estoy trabajando para poder salir de todo esto. Prefiero pagarles y quedarme sin nada”.

¿Qué le diría a otras personas para evitar caer en estas situaciones?

“Lo que hemos platicado con otras amas de casa, que evitemos esto. Por ejemplo, ahorita que los políticos andan en campaña, quisiéramos que alguien volteara a ver a las mujeres y ver esto de los préstamos gota a gota hacia las mujeres. ¿Por qué sólo estos préstamos nos los dan a nosotras?, ¿por qué somos más fáciles de envolver?, ¿por qué? Yo sí le diría a otras mujeres que no lo hagan, porque todo esto destruye familias, hemos llegado a tener pensamientos de querer suicidarnos, de irnos lejos, de no saber nada por la presión de los prestamistas”.

La entrevistada reiteró a El Universal Querétaro que, durante la temporada de campañas políticas, esta situación debe visibilizarse para que las y los candidatos propongan soluciones a la problemática:

“Lo que me gustaría es que sí voltearan un poquito para acá (El Marqués), ahorita que los políticos andan en sus campañas y todo, que se acercaran a ver toda esta situación. No es muy grato todo esto, se aprovechan de las necesidades que tiene uno, nos dan tanta facilidad, que después ya no es así, es peor. Lo único que pediría es que hicieran (los políticos) con todo esto. ¿Cuántas situaciones de personas que se han suicidado no han habido?, de hijos que se han suicidado, por las presiones, porque no hay lo que ellos necesitan. Entonces, me gustaría que hubiera una ley, no sé , porque no soy la única. Que sean más razonables con todo esto, por ejemplo, cuando es así, que no se metan con los hijos ni con otras personas, porque cuando a uno no lo encuentran en su casa, van hasta su trabajo a hostigar o la van y la buscan con la mamá, con la suegra, con quien sea”.