Han pasado los primeros segundos del inicio del partido entre México y Polonia, con el cual debuta la Selección Mexicana en el Mundial de Qatar; la narración ya se escucha al exterior del estadio La Corregidora, en la ciudad de Querétaro.

En la explanada sur de este recinto se habilitó una pantalla para proyectar el encuentro. Adentro aún no se llena el aforo. En el exterior, los que van presionados por el tiempo agilizan el paso para ingresar al estadio.

Unos trotan, otros corren, sus pasos son más rápidos al escuchar que la narración del partido ya inició. Sin embargo, al ingresar deben esperar a pasar el filtro de seguridad: hombres por un lado, mujeres por otro filtro. El ingreso es ágil, únicamente se detienen para una revisión mayor a aquellos que llevan mochila.

Afuera del estadio se venden playeras a precios que oscilan entre los 150 y 170 pesos, de diversos tamaños y  diseños, ya sea la blanca con rojo, o la tradicional verde bandera.

Adentro, la explanada está casi a la mitad de ocupación, pero el escenario va cambiando conforme pasan los minutos. Poco a poco ingresan más personas y las sillas comienzan a llenarse.

Los aficionados lo mismo festejan una aproximación del equipo mexicano a la portería rival, que una acción defensiva. En el minuto 4, el acercamiento de la escuadra nacional a la portería de Polonia levanta los ánimos en  La Corregidora.

Algunos vendedores aprovechan para ofertar papas y antojitos para amenizar el partido, caminan entre las sillas, esperando alguna petición; sin embargo, también detienen el paso para apreciar unos minutos el encuentro.

Han pasado los primeros minutos del partido y el clima comienza a cambiar, la gélida mañana con la que inició el día es opacada por unos destellos de sol. La gente se cubre con gorra, con sombrero e incluso con suéteres.

Es el minuto 25 del primer tiempo y los ánimos se encienden con una llegada de Alexis Vega. La efervescencia de la afición en Qatar se vuelve una sola expresión con la de los televidentes en La Corregidora

Cerca del minuto 57 se da uno de los festejos más emotivos del partido: la atajada de Memo Ochoa al disparo del temido Robert Lewandowski desde el punto penal, el cual hace que la gente se levante del asiento y festeje aquel momento como el más memorable del partido.

Las referencias de este acto comienzan a tomar la voz de los narradores: refieren que desde 1930 un portero mexicano no atajaba un penal en la Copa del Mundo.

Lizeth Quiñonez, junto con su esposo y sus hijas, acude al estadio La Corregidora: “[Estamos] aquí, apoyando a la Selección Mexicana. Estoy muy contenta, nunca había venido a un estadio tan grandote, pues la verdad me gusta mucho el futbol”, expresa la aficionada.

Con el mismo entusiasmo, su esposo Axel Martínez externa su pasión por el futbol  y en general su gusto por el deporte, el cual ha llegado hasta sus dos hijas, una de ellas futbolista y la otra basquetbolista.

“Es bastante [el interés por el futbol]. Soy licenciado en Educación Física, en Ciencias del Deporte. Tengo una academia de futbol que se llama Selección Querétaro, tiene ya 10 años acá y mis hijas asisten. Somos una familia deportista y aprovechamos que pusieron este apoyo para vivir la pasión del futbol de manera familiar. Lo llevamos en la sangre, jugué un tiempo aquí en las fuerzas básicas de Querétaro, pues prácticamente vivo de la patada”, narra Axel.

En esta ocasión, “hoy le cancelamos clases a las niñas, no hubo clases”, externan Lizeth y Axel, mientras realizan dinámicas de futbol en el estadio, de la mano de sus hijas.

Axel comparte que para su agrado el partido lo ha visto mejor de lo que esperaba: “Sí lo he visto mejor, en los últimos partidos México no andaba tan bien, pero en los mundiales México siempre sorprende. La actitud y la garra de los mexicanos es lo que lo caracteriza a nivel mundial y siempre sorprende, esperemos que lo hagan bien”.
Considera que falta más profundidad y dejar de lanzar balones vía aérea, pues en este punto la estatura de los polacos es una desventaja para los mexicanos.

Héctor acude al estadio con sus padres y su novia, comparte que el empate a cero lo deja un poco frustrado, pues considera que México pudo haber ganado si las decisiones del director técnico hubieran cambiado. Héctor confía en que en el encuentro con Argentina, México gane con un marcador de 2-1.

“Estuvo muy bien.  Al final como que Polonia ya no traía energía y ahí es donde debió haber aprovechado México, nada más que ahí el Tata la regó al meter a Raúl Jiménez que viene de una lesión, debió haber metido a Funes Mori y ya con Antuna hubiera estado bien. Mi papá también está un poco frustrado por los cambios del Tata Martino, pareciera que quería el empate para no pegarle tanto a Argentina”, expresa Héctor.

Iván Ochoa es comerciante, pero también aficionado del futbol; respecto al partido comenta que faltó un delantero que hiciera la jugada perfecta; en relación con la venta de botana en este día, comenta que estuvo floja.
Salvador también acudió a vender botanas, y refiere que  sí hubo venta, pero después bajó. Señala que el partido estuvo reñido y estima que contra Argentina, los mexicanos ganarán con un marcador de 3-2.

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