Como cada sábado, decenas de jóvenes de entre 12 y 19 años se reúnen en el Centro Cultural ‘La Vía’ para tomar clases de danza, algunos de ellos también asisten a los talleres de ballet clásico, clases de guitarra, violín, percusiones, música, dibujo y pintura, artes escénicas, yoga, repujado o manualidades.
En el salón de danza los jóvenes brincan y zapatean al ritmo de polcas; gritan, giran y se carcajean, repiten una y otra vez las instrucciones del profesor Melquisedec Sandoval Sánchez. Sólo se detienen unos minutos para cambiarse los zapatos, tomar agua y descansar los músculos, después de eso repiten la rutina.
Estas actividades culturales son una herramienta estratégica para combatir vicios en los jóvenes, pues les muestra nuevos círculos sociales. Este es el espíritu de uno de los proyectos más importantes del actual gobierno municipal capitalino de Luis Bernardo Nava Guerrero que hoy martes pondrá en marcha.
El proyecto se denomina Coordinación Querétaro por la Paz, que tiene el propósito de erradicar la violencia y recomponer el tejido social, a través de la convivencia en la escuela, centros culturales, espacios deportivos, casa, los centros de trabajo, comunidades y la colonia.
Afuera del salón, los padres de familia comienzan a llegar por sus hijos, esperan a que la clase termine mientras platican entre ellos.
Uno de los padres de familia es Gregorio González, quien es bailarín desde hace 15 años y ahora también lo son sus hijos Emiliano y Andrea, todos acuden a tomar clases de danza en el centro cultural ‘La Vía’. El padre de familia se dice convencido de que la cultura y el deporte mantiene a los jóvenes alejados de la delincuencia “la mente de los jóvenes siempre está ocupada, pero debe ocuparse en buenas cosas”, dice.
“Son actividades importantes, por ejemplo la danza que te mantiene activo, con buena condición física, beneficias cuestiones como reflejos, mejoras tu atención, te enseña a ser disciplinado, y lo más importante es que te da identidad, porque te enseña a conocer mil géneros de música, de cualquier país, pero sabes de dónde eres y cuáles son tus raíces”.
“La diferencia de un joven que se acerca a la cultura y un joven que no se acerca es abismal. Yo mismo lo viví, cuando yo era joven vi a muchos jóvenes que se alejaron de vicios y mejoraron sus problemas por asistir a estas prácticas culturales. Los gobiernos deberían apostarle a esto (centros o casa de cultura), de hecho las actividades culturales son superiores al deporte, te hacen sensible, pensante, responsable”.
La mayoría de las familias que asisten a este y otros centros culturales en el municipio se trasladan desde lejos para tomar dichos talleres o cursos. Gregorio y sus hijos viven en la colonia La Luna y asisten a este centro cultura ubicado junto a la Vieja Estación del Tren.
Un caso similar es el de David Solís, que vive con su familia en la colonia Villas de San Miguel y asiste al mismo centro cultural, él coincide en que la cultura ha mantenido a sus hijos Alan y Atzín, de 16 y 19 años, lejos de las pandillas y las malas influencias.
“Yo veo por ejemplo a varios chicos de su misma edad, que viven en nuestra colonia y que están metidos en drogas; los jóvenes que practican actividades culturales son más sociables, maduros, además hacen deporte, son puras cosas buenas las que aprenden. Ojalá con el cambio de gobierno se invierta más en estos espacios”.
“Mis hijos practican danza desde que tenían 8 años, pienso que estas actividades de cultura los mantiene enfocados, les sirve de actividad física, los ayuda a relacionarse con otro tipo de personas, otros ambientes, conocen lugares y gente similar a ellos”.
Coincide en que la cultura evita que los jóvenes caigan en vicios como pandillas y adicción a algún tipo de droga. Comparte con orgullo que sus pupilos además de convivir con gente de su misma edad y que tienen gustos similares , tienen la oportunidad de mostrar lo aprendido en los salones en importantes escenarios, por ejemplo en el espectáculo de Lila Downs en el Estadio Corregidora.
“Hace poco estuvieron en un evento en Monterrey, y estuvieron también en el concierto de Lila Downs, son experiencias nuevas para ellos y son cosas que además les gustan mucho, ellos mismos se esfuerzan por conseguir esas cosas, por lograr sus metas”.
Durante uno de los breves descansos, el último antes de que la clase termine, el maestro de danza, Melquisedec Sandoval Sánchez, quien da clases desde hace 20 años, comenta a EL UNIVERSAL Querétaro que a menudo reciben en el centro cultural a jóvenes con problemas de depresión o que tuvieron intentos de suicidio, sentimientos que se desvanecen gracias al trabajo constante de la danza o de cualquier otra actividad cultural.
“Es común que canalicen a este tipo de actividades a jóvenes con problemas de depresión, y yo he visto muchas veces en mi experiencia como maestro, que estos jóvenes sí cambian sus vidas a través de la cultura, crean nuevas amistades, descubren nuevos gustos, es un cambio radical” mencionó Melquisedec Sandoval.
A las personas que aún no creen en la cultura como una alternativa para restablecer el tejido social, el maestro de danza regional Melquisedec los invita a formar parte de dichas actividades.
“Lo único que tienen que hacer es inscribirse y ser perseverantes, no tienen que gastar nada, los talleres no tienen costo, los maestros ponemos incluso de nuestro dinero para que los alumnos tengan zapatos y vestuarios”, señala.
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