Después de haber sido suspendida presencialmente en 2020 debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19, este año regresó a recorrer las calles del Centro Histórico de Querétaro, la tradicional Cabalgata Navideña.
Adultos mayores, niños, jóvenes y adultos, familias completas rodearon las principales calles del centro de la ciudad para presenciar el regreso de una de las tradiciones más antiguas de Querétaro.
Niños con aureolas doradas, panderos y vestidos de angelitos dieron inicio al desfile, mientras coreaban la canción Feliz Navidad, acompañados por la Banda de Música del Estado de Querétaro, canción que corearon los asistentes, felices de poder celebrar las fiestas navideñas un año más y, con el Escenario A, de forma presencial.
Con aplausos, baile y música, los asistentes recibieron los primeros carros, y acompañaron a cada uno de ellos con aplausos y gritos, mientras los artistas a bordo de los vehículos regalaban sonrisas y agradecían a los visitantes la compañía.
Turistas de distintos lugares del país abarrotaron las calles de la ciudad, formando tres y hasta cuatro filas sobre las banquetas de la calle de Corregidora, donde esperaron por horas la salida de los carros alegóricos.
Esta tradición que es netamente queretana, nació en 1926 y desde entonces se ha llevado a cabo de manera ininterrumpida, siendo presenciada anualmente por alrededor de 140 mil personas, señala el cronista del Patronato de las Fiestas del Estado de Querétaro, Alfonso Camacho, quien asegura que aunque no recorrió las calles del centro histórico, la edición de 2020 sí se realizó, pero se llevó a cabo de manera virtual.
"No hubo en la calle pero a través de redes sociales sí, porque la temática fueron leyendas queretanas, en esta ocasión es de tradiciones queretanas, que son los eventos distintivos de Querétaro de lo que es la tradición, el cúmulo de conocimientos y de eventos, riqueza cultural, folclor y de más", detalló.
La costumbre de cabalgar y celebrar en Querétaro es tan antigua como el mismo Acueducto, pues el jesuita Francisco Antonio Navarrete ya contaba de una tradición similar en su libro Relación Peregrina, publicado en 1739, un año después de que se concluyó la construcción del Acueducto.
"En ese libro el padre describe las fiestas que se hicieron ese año en 1738 en la ciudad, en el mes de octubre, en la segunda quincena, donde hubo realmente carros alegóricos realizado por los gremios de panaderos, carpinteros, comerciantes a caballo, incluso participaban los indios con sus vestuarios más lujosos”, explica.
“Y ese nombre de cabalgata se fue permeando a través del tiempo, y cuando ya no hubo la posibilidad de traer caballos a la ciudad, se quedó el nombre", detalla el cronista.
Fue entonces en el año de 1926, cuando los carros bíblicos cumplieron 100 años, cuando la cabalgata se transformó en escenografías, cuadros histórico-costumbristas de Querétaro y la región, por eso va un día antes de los carros bíblicos que desfilan cada 24 de diciembre.
El primer carro alegórico en hacerse presente en el desfile fue el de la reina de las fiestas de Navidad, seguido de un carro dedicado a la bendición de los animales, además de uno para conmemorar una de las tradiciones más arraigadas en el estado: el huapango.
También se contó con carros alegóricos dedicados a aquellas tradiciones que más se reconocen en la entidad: la procesión del silencio, la quema de los Judas, la exaltación de la Santa Cruz, la Virgen del Pueblito, el Día de Muertos, la Purísima Concepción que viene de Hércules, y la Navidad queretana, para finalizar con el carro bíblico recordando la peregrinación de José y María a Belén.
Son alrededor de mil personas las que participan y dan vida a esta tradición queretana y que pudieron disfrutar anoche más de 50 mil personas, quienes estuvieron resguardadas en todo momento por elementos de Protección Civil Municipal, dependencia que vigiló que se cumplieran con las normas de cuidado y protección sanitaria.