A unas semanas del inicio del ciclo escolar 2022-2023, la venta de uniformes aún no es la que los comerciantes esperaban, pues muchas madres y padres de familia esperan hasta el último momento para comprarlos o, en algunos casos, cuando aún la talla lo permita, reutilizarán el del año pasado.

Desde hace 10 años, Marilú vende uniformes escolares en estas fechas, en el mercado Escobedo. Señala que aún no despunta la venta, en parte porque a muchos estudiantes les pidieron, para fin de cursos, llevar uniforme y muchas familias, que no lo habían comprado por estar en modelo a distancia, se hicieron de los uniformes en mayo y junio, por lo que en estos días no piensan adquirirlo.

El mercado Escobedo es uno de los sitios favoritos de los padres de familia para conseguir los uniformes de sus hijos.

Padres "peregrinan" por mejores precios
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En los puestos especializados se pueden encontrar uniformes para jardín de niños y también para el colegio de bachilleres.

Un hombre de mediana edad se acerca al puesto de Marilú. Pregunta por un jumper para un jardín de niños en específico. La comerciante lo busca en un montón de prendas de este tipo que tiene frente a su puesto. Lo encuentra y lo muestra al hombre, quien lo ve, pregunta por el precio y se retira.

Indica que ahora hay más competencia. “Antes los del mercado éramos los reyes del comercio, pero ahora estamos rodeados de locales, entonces, para nosotros, eso nos ha afectado. En los centros comerciales se van por lo económico. Ahí a veces está más económico que nosotros, y hay mejor calidad en ciertas cosas”, comenta.

Luego de unos minutos, se acerca una joven mujer con dos niños, de entre ocho y 10 años de edad. Pregunta por los uniformes, las tallas y los precios. Luego de un par de minutos pasa al puesto contiguo, donde también venden uniformes y repite el proceso.

Es parte del peregrinar de los padres de familia en las semanas previas al inicio de clases, cuando se deben de comprar los uniformes escolares, además de los útiles, zapatos, tenis (para deportes) y en algunos casos pagar las inscripciones o dar las “cuotas voluntarias”.

“La gente viene, pregunta, si lo encuentran se lo llevan, si no luego vienen. Según vengan prevenidos. Comprar todo el uniforme sí sale carito. Son como 600 (pesos) para el uniforme de diario y como 400 del pants. Son más o menos entre mil y mil 500 pesos. Mandar a los niños a la escuela sale caro”, subraya.

Marilú dice que las mamás y los papás se ahorraron más de dos años de uniformes por la pandemia de Covid-19.

La comerciante indica que en el mercado Escobedo existen alrededor de una decena de locales dedicados a la venta de uniformes, lo que hace de este centro de abasto uno de los más buscados en este regreso a clases por el surtido y precio que ofrece a sus clientes.

Agrega que lo que más se vende son las playeras escolares y los pantalones, aunque los jumpers y suéteres también son socorridos por los clientes que se acercan a comprar, no sólo en esta época, pues durante todo el año también se pueden encontrar los uniformes.

Marilú dice que para septiembre, el giro de su local cambia un poco, pues por las fiestas patrias vende trajes típicos, que en algunas escuelas también piden o para quienes participarán en eventos sociales.

“No es por presumir, pero aquí encuentran de todo. Uniformes, pequeñas cosas también. Si no lo tienen en un puesto, lo tienen en otro, y sí está la fama de que aquí encuentran todo”.

Me dicen luego las señoras que ya anduvieron batallando por todos lados y que en el mercado encuentran lo que necesitan. Ahí estamos trabajando”, sostiene Marilú.

Padres "peregrinan" por mejores precios
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En los puestos aledaños sucede lo mismo que con Marilú. Los clientes llegan, preguntan precio, ven calidad y, en ocasiones, compran y en otras se retiran. Existen muchos locales para escoger y todavía hay algo de tiempo.

Marilú apunta que las ventas “fuertes” se esperan durante las dos últimas semanas de agosto, cuando la mayoría de los padres acuden a comprar los uniformes para sus hijos, que ya se “estiraron” durante las semanas de vacaciones.

Los cálculos de la comerciantes son acertados. El gasto para comprar los dos uniformes para un alumno de educación básica puede variar entre los mil y los mil 500 pesos, aunque en el caso de los uniformes de escuelas particulares el costo se puede elevar hasta los dos mil pesos, pues la venta es “exclusiva” en dichos planteles educativos.

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Para sortear este gasto y solidarizarse con otros padres, en algunas escuelas se ofrecen los uniformes a cambio o vendidos a precios módicos.

En grupos de WhatsApp las madres de familias ponen a disposición uniformes escolares en buen estado para otras personas que tengan hijos más pequeños en escuelas o conozcan a alguien que los necesite.

En algunos casos, afuera de las escuelas también se ofrecen los uniformes que los niños dejaron y que aún están en buen estado, como forma de dar un respiro a la economía familiar en el regreso a clases de manera 100% presencial, ante el descenso relativo de contagios de Covid-19 y ya con la mayoría de los menores de edad vacunados contra esa enfermedad.

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