Los Reyes Magos de oriente llegaron a Querétaro. En un enorme caballo blanco, Melchor un hombre de piel clara con larga barba y cabellos canos, cargado de incienso, repartía también dulces y pelotas de colores a los niños que en primera fila, observaban el desfile navideño, también llamado cabalgata de los Reyes Magos.
Lo mismo hizo Baltasar, hombre de piel obscura, procedente de África, montando un imponente elefante cargado de mirra, su regalo para el Niño Jesús, quien nació el 25 de diciembre en el portal de Belén.
Gaspar también repartió dulces y regalos a los asistentes del desfile, mostrando su camello y cargando cofres de oro que entregará como regalo una vez que llegue a Belén.
¡Baltasar! ¡Aquí! ¡Una pelota aquí, Melchor! ¡Adiós Gaspar!, gritaron chicos y grandes durante la cabalgata, la emoción por ver a los magos de oriente no respetó edades. Al verlos frente a ellos los más pequeños comentaban entre ellos los regalos que esperan recibir la noche de este domingo, cuando los reyes visiten las casas mexicanas.
“Para nosotros como adultos es imposible no contagiarse de la emoción de los más pequeños, porque recordamos las noches en que nosotros esperábamos nuestros juguetes: somos de la ciudad de México, pero cada año venimos aquí a Querétaro porque aquí tenemos a varios familiares, entonce se nos hizo tradición venir al centro a ver los reyes”, comenta Antonio Rangel, quien asistió a la cabalgata acompañado de su familia.
“A mí lo que más me gusta es ver a los animales, están muy grandotes y además los reyes nos regalan dulces, vine con mis primos y uno se ganó una pelota”, cuenta uno de los pequeños asistentes al desfile.
La Cabalgata de los Reyes Magos fue organizada por el Patronato de las Fiestas del Estado de Querétaro, inició en el cruce de las calles Corregidora y Ángela Peralta, en el Centro Histórico de la Ciudad. El mayor atractivo fueron los reyes, pero no fueron los únicos que participaron en el recorrido.
Desde al menos dos horas antes las principales calles del centro fueron cerradas por personal de la policía municipal para afinar los últimos detalles antes del desfile. Las multitudes comenzaron a aglomerarse en las calles y jardines del primer cuadro de la ciudad.
Los vendedores ambulantes no desperdiciaron ni un centímetro de acera para montar sus puestos, los más vivos recorrieron de norte a sur la avenida Corregidora vendiendo coronas de flores, varitas mágicas destellantes, papas y frituras, además de prendas para calmar el frío, porque por cierto, el aire no dejó de soplar, aún así las bajas temperaturas no detuvieron la gran asistencia al lugar.
En el Jardín de la Corregidora también hicieron su agosto un par de Reyes Magos que montaron un pequeño stand para vender fotografías con los más pequeños de la familia.
Una vez iniciada la cabalgata, un grupo de niños a bordo de pequeños autos eléctricos encabezaron el evento, por todos lados suena la música navideña. El público aplaude al ver pasar cada carro alegórico.
Hay vochos y combis iluminados con luces navideñas. La reina de la navidad, en uno de los carros alegóricos más llamativos, saludaba a los asistentes, y al mismo tiempo regalaba dulces y pelotas.
En la cabalgata también se apreció un carro alegórico con ángeles y serafines bailando al ritmo del burrito sabanero. También hubo mojigangas y bufones, payasos y marionetas. A medio desfile aparecieron los reyes, cautivando a los más inexpresivos.
Le siguieron princesas de Disney y villanos de comics, de las más aclamadas fueron Ana y Elsa, las princesas de hielo. También hubo un espectáculo de luchadores, quienes no perdieron la oportunidad de tomarse fotos con los niños.
De la s últimas apariciones fue la de una estudiantina, quien avanzaba colorida cantando el niño del tambor y campana sobre campana. Y cerrando con broche de oro, los bomberos de Querétaro también presumieron su vehículo de emergencia adornado con luces deslumbrantes. Los elementos portaban orgullosos sus uniformes de bomberos con gorros de Santa Claus; este último fue uno de los más aclamados por el público.