El sabor, el precio, calidad y buen ambiente son los atributos que caracterizan a las marisquerías de los mercados públicos de Querétaro durante Semana Santa.

Uno de estos establecimientos es Panchitos, ubicado en el mercado Escobedo, que cuenta con más de 45 años de tradición.

Muchas veces tenemos antojo de desayunar, comer o hasta cenar algún platillo de mariscos, pero buscamos que tengan precios accesibles y que podamos disfrutar de nuestra comida en un lugar ameno y divertido donde podamos convivir y hasta reír con las personas que están en el mismo lugar, y para todo esto las marisquerías Panchitos se pintan solas, siendo estos los aspectos que las han llevado al éxito en el estado de Querétaro.

La historia nació cuando Francisco García, quien vendía frutas y verduras con su madre y trabajaba para una empresa de botanas, decidió abrir un negocio para vender mariscos. Comenzó vendiendo únicamente cócteles de camarón por docena, media docena y ¼ de docena y, a la par, ofrecía ostiones en su concha; así duró un tiempo y al ver la buena respuesta de la gente optó por comenzar a vender mojarras, siendo estos tres tipos de mariscos los únicos que ofertó por mucho tiempo.

No fue hasta 20 años después que Francisco, o don Panchito como era conocido, acompañado de sus hijos Rodolfo y Germán García, decidieron introducir una variedad de platillos de mariscos, entre los que sobresalen sopas de médula, de ancas de rana, camarones empanizados, aguachiles, vaqueros, filetes rellenos, tostadas de atún, ceviche, empanadas de mariscos, o los populares Popeyes.

En la actualidad, la popularidad de Panchitos ha crecido tanto que cuentan con tres sucursales dentro del mismo mercado Escobedo, las cuales abren de 8:30 a 18:00 horas los 365 días del año, siendo los fines de semana y días festivos cuando hay mayor demanda de clientes.

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Guillermo García, trabajador de la marisquería y nieto de don Francisco García, explicó a EL UNIVERSAL Querétaro que estas marisquerías ofrecen todos los días ocho diferentes tipos de sopas de mariscos, 11 platillos con camarones, 16 platillos elaborados con filetes, caldos de camarón y de pescado, empanadas de mariscos, mojarras, guachinangos tostados y muchos más, los cuales se caracterizan por su sazón.

“Tenemos un platillo que se llama Popeye y tiene una historia muy chistosa sobre cómo se creó, un día mi tío Rodolfo pensó en crear nuevos platillos y combinar nuevos sabores, entonces le puso de todo a su platillo, le puso crema e hizo un desmadre con su platillo, llegó en ese momento un señor y le dijo que se veía sabroso, por lo que él comenzó a darle a probar a las personas su nuevo invento, y para la sorpresa a todos les gustaba el sabor y así mi tío creó el famoso Popeye, que en la actualidad es el favorito de muchos de nuestros clientes”, mencionó.

El Popeye es considerado un platillo frío, lleva ceviche guisado, ceviche blanco, carne tártara, atún, jaiba, camarón, camarón grande, pulpo, ostión, médula, surimi, calamar y callo, todo acompañado de una ensalada con aguacate, catsup y crema.

El tener buen precio es otro factor importante a considerar y a decir del entrevistado, los costos son bastantes accesibles, ya que los platillos más caros que tienen son: el Popeye de tamaño grande, vaqueros, filete relleno o alambre de mariscos, todos estos con un precio de 150 pesos, de ahí en fuera el valor de los demás alimentos es menor.

“Con 100 pesos comer bien, te alcanza para un coctel chico, una tostada de mariscos y una michelada, aquí la gente va a poder comer bueno, rico y barato”.

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El mejor ambiente

El entrevistado mencionó que un punto al que le atribuyen el éxito de estas marisquerías no es sólo a los platillos que preparan y a sus buenos precios, sino al buen ambiente que se vive en estas tres sucursales.

Pese a la gran cantidad de personas que tienen por atender en las marisquerías existe un buen ambiente laboral, donde suelen existir chistes, bromas y relajo entre los empleados, lo que hace que ellos disfruten más su jornada laboral lo que sin duda se ve reflejado en el relajado trato al cliente, además dijo, son los encargados quienes suelen vacilar de manera respetuosa con los comensales y así todas las personas puedan disfrutar su estancia en Panchitos.

“A mucha gente le gusta el desmadre y la neta en el negocio grande está el desmadre mejor, el patrón se llama Germán, pero él anda cotorreando aquí, cotorreando allá con todos los clientes y quieras que no a muchos clientes les gusta eso, el desmadre, la energía de la persona es lo que a veces atrae a la clientela”.

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Es por estas características que las marisquerías Panchitos se han ganado el cariño de la gente, pues este lugar ha logrado hacerse de clientes, tanto del estado como desde los “ciudadanos a pie”, pasando por políticos, deportistas o empresarios, hasta comensales nacionales e internacionales.

“Es un local pequeño y no hay un orden como lo pudiera tener un restaurante, pero hay armonía lo que hace que la gente, aunque esté lleno, no se vaya y no se desespere”, precisó.

Finalmente, el entrevistado invitó a toda la población a disfrutar de la gastronomía queretana y así darles la oportunidad a todos los negocios de alimentos de demostrar porque son buenos en el arte culinario.

“Los invitamos a que vengan y prueben, mucha gente en Querétaro ya nos conoce, pero vengan y prueben para que vean que no les miento, ambiente, sabor, calidad y precio lo van a encontrar en el mercado Escobedo”, culminó.

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