Han pasado 492 años desde que en el cerro de Sangremal los chichimecas y españoles se enfrentaron y sólo detuvieron su pelea gracias a la aparición del apóstol Santiago.
Al menos eso es lo que dice la leyenda sobre la fundación de la capital queretana, que se conmemoró con una guardia de honor de parte de autoridades estatales y municipales en la estatua del apóstol, en el barrio de La Cruz.
En la plaza Fundadores se reúnen los concheros de la Mesa Mictlan que harán la ceremonia de Purificación, tras el discurso de Jesús Roberto Franco González, secretario del Ayuntamiento de Querétaro.
Esperan bajo un cielo nublado, lleno de nubes grises que amagan con descargar su agua en cualquier momento, pero no sucede. Permanecen así. Eso sí, el aire se siente fresco, agradable, dando una tregua al calor intenso de estas últimas semanas y meses.
Poco a poco llegan los invitados a la ceremonia. También llega un grupo de mujeres quienes visten de negro y usan máscaras de Guy Fawkes, que se hiciera famosa por la película V de Vendetta. Se manifiestan por la instalación de tianguistas en la calle de Invierno, en el barrio de El Tepetate, ya que aseguran comerciantes y vecinos del lugar han sido amenazados e incluso agredidos por los comerciantes informales.
Esperan a la distancia. Quieren hablar con el alcalde Luis Bernardo Nava Guerrero. Funcionarios de gobierno las conminan a que permanezcan alejadas, pero las mujeres se niegan. Amagan con acercarse aún más. Pero al final, la sangre no llega al río.
Poco a poco llegan los invitados. Al lugar arriba la secretaria de Gobierno, Guadalupe Murguía, así como regidores y funcionarios municipales.
Ya en la ceremonia, tras los honores a la bandera así como la guardia de honor, Franco González, orador oficial, recuerda la leyenda fundacional del Querétaro.
“Cómo imaginarnos hoy la vida de aquel Querétaro de hace 500 años, de aquel Querétaro que tuvo apenas como su avenida principal lo que hoy conocemos como Madero, de aquel Querétaro que no excedía los límites de Zaragoza por un lado y avenida Universidad por el otro lado. De aquel Querétaro en donde convivían chichimecas, purépechas, otomíes y españoles, y así fue, así nació Querétaro”, dice.
Los asistentes escuchan atentos el discurso del funcionario municipal. Incluso de los vecinos de La Cruz, quienes salen a sus puertas o desde los balcones de sus casas presencian la ceremonia.
No muy lejos de ahí, en la capilla de El Calvarito, que está en contraesquina del templo de La Cruz, y que se dice fue la primera edificación religiosa de la ciudad, se lleva a cabo un servicio religioso.
El pequeño recinto no es suficiente para los devotos que acuden este 25 de julio a la Eucaristía que se lleva a cabo el martes. Alguien dice que en esa capilla se llevan a cabo misas a temprana hora, pero muchos asocian la ceremonia con la celebración de la ciudad.
“Esta, nuestra ciudad, cuya zona de monumentos históricos, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, nuestra ciudad que a la vez fue cuna de la Independencia… que en esta tierra se hubiera restablecido el régimen republicano con el fusilamiento de Maximiliano. Qué difícil hubiera sido imaginar en aquel entonces que sería aquí donde se promulgara la Constitución, la que hoy rige a todo nuestro país”, continúa exponiendo el funcionario municipal.
Tras el discurso la Mesa Mictlan realiza la purificación. El olor del incienso y el sonido de los tambores y los caracoles, ponen el toque de sincretismo a la ceremonia que es observada por los asistentes.