Pedro Cuecuex Gutiérrez, un hombre de 50 años con hidrocefalia, lleva cinco años sin poder contar con su Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, pese a ser ya un derecho constitucional que debería recibir.
Dicha situación de negligencia persiste a pesar de los frecuentes intentos de su madre, María Gutiérrez Olvera, por resolver el problema, incluso llevando a las oficinas del Bienestar “Pedrito”, como lo llaman de cariño, pues no puede caminar por sí mismo y requiere apoyo con silla de ruedas.
La frustración de la familia se acentúa con promesas incumplidas. En repetidas ocasiones les aseguraron que la tarjeta estaba en camino, pero la realidad contradecía esas afirmaciones. María Gutiérrez, con la preocupación de una madre, relata su experiencia intentando obtener respuestas, describiendo la falta de atención y respuestas claras por parte de las autoridades.
“Me hablan por teléfono, que ya, Pedro ya estaba en la computadora, que iba a llegar la tarjeta y luego ellos me hablaban. Pero nunca me volvieron a llamar y hablé yo, y nadie responde; fui hasta allá y que no, que ya no había nada”, explica María.
Además, la movilidad de María se ve limitada por su edad, lo que la obliga a usar taxis, ya que no puede usar el transporte público. Con 81 años, enfrenta desafíos por el dolor que surge de sus piernas por su avanzada edad. Aún así, ha hecho el esfuerzo de llevar a “Pedrito” en diversas ocasiones a las oficinas de la Secretaría del Bienestar en Centro Sur, “para que vean que de verdad tiene la necesidad”.
“Siento tristeza porque digo yo, ¿cómo es posible?, si hemos llevado a Pedro hasta allá hasta a el Bienestar para que lo vean que de veras lo necesita, lo hemos llevado varias veces”, señalando lo difícil que ha sido para su familia el transportar a “Pedrito” en su silla de ruedas.
Ante toda dificultad, María siempre ha cuidado de su hijo Pedro
María nació en la capital del estado un 19 de enero de 1942. A los 17 años se casó con su primer esposo, con quien tuvo tres hijos. Antes de nacer el tercero, cuando ella ya cumplía los 20 años, su esposo falleció.
A los tres años se casó de nuevo, y fue él, heladero de profesión, quien cuidaba a “Pedrito” junto con ella.
Lamentablemente él también falleció en 2017, seguido de su único hijo soltero, Pablo, a quien recuerda con cariño porque era quien más tiempo dedicaba al cuidado de “Pedrito”. Sin embargo, la depresión por la muerte de su padre, lamenta María, le habría llevado a adelantarse él también unos meses después en el mismo año.
“Pablo lo quería un buen, él se quedó conmigo a ayudarme y se nos adelantó, yo creo que por la depresión por su papá. A ‘Pedrito’ también no se le va la idea de que su papá ya mero llega con su carrito, piensa que va a volver. Y yo, pues Dios me dio mucha paciencia y amor para atenderlo”, explica María.
Ella, por años, se dedicó a vender artículos que cosía, como servilletas, y con la venta de frituras en la puerta de su casa obtenía para lo necesario.
Sin embargo, con la edad, y tras la muerte de su esposo e hijo, ha tenido que dejar que su puesto sea manejado por otro de sus hijos, para ella dedicarse desde hace siete años de lleno al cuidado de Pedro.
Además de la hidrocefalia, su situación se agrava con problemas de salud recurrentes, como el estreñimiento, las cuales requieren atención constante, lo que significa un gasto en medicamentos, consultas médicas y transporte que, lamenta, tiene que obtener de préstamos familiares o de sus ahorros.
“Enferma mucho de estreñimiento, pues no puede hacer ejercicios. Los muchachos también le ayudan a que haga un poco cuando van a levantarlo, pero no es suficiente y se me enferma de eso”, señala.
La demanda contra autoridades de Bienestar que escaló a la FGR
Tras la negativa a responder por su caso, fue que la familia decide demandar a la Secretaría de Bienestar. El abogado David Fabela entra en escena al respaldar la demanda de amparo, por la falta de pago del Programa de Atención a Personas con Discapacidad Permanente.
La carpeta 1413/2023 se presenta como un paso hacia la búsqueda de soluciones para la familia, sin embargo, lamentan que Bienestar haya tomado una posición beligerante.
El abogado, que lleva otros 14 casos similares, explica que el área jurídica de Bienestar responde a las demandas con recursos de revisión, es decir, peleando la demanda de amparo en los tribunales en vez de simplemente revisar los casos y entregar un beneficio social que ya es constitucional.
“Bienestar hasta manda documentos ilegibles al juez, todo por no pagar. Han hecho todo por no pagar, todo lo que no se tiene que hacer en una Secretaría que se supone que debe ayudar a los más necesitados”, explica el abogado.
Por ahora, de estos 14 casos ya ha logrado ganar cuatro, que obligan a la dependencia a pagar el retroactivo de los adeudos de un beneficio que alcanza los 2 mil 950 pesos bimestrales.
Una buena noticia, explica María, es que ella sí recibe su pensión de adultos mayores, dinero que, de igual forma, se designa en gran parte para atender las necesidades de “Pedrito”.
Por ahora, Fabela explica que, de ganarse un caso más, se crearía una jurisprudencia que serviría para que el resto de los amparos, y los que se realicen a futuro, sean resueltos más rápido de una forma similar.
Además, señaló que en otro caso parecido la jueza séptima de Distrito, América Uribe España, ya turnó uno de estos amparos a la Fiscalía General de la República (FGR) por presumirse presuntos de orden federal.
Los señalados, por ahora, serían el titular de la Secretaría del Bienestar en Querétaro, Rocío Peniche Vera y Jorge Arturo Guerrero, encargado de las becas de la Secretaría del Bienestar.