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Gustavo Ruiz Basurto, guía de turistas en el centro de la ciudad de Querétaro, afirma que hay que trabajar mucho en ese rubro. Ahora, con el Escenario A de la pandemia por Covid-19, la actividad se puede reactivar y promover todos los destinos que ofrece el estado a los paseantes.
“Hay que seguir trabajando. Vienen muchos proyectos, la gente nada más lo que hace es subirse al tranvía. Hay muchas opciones, hay muchos recorridos que puede hacer la gente. Las obras, recorridos peatonales, Día de Muertos, noche de museos. Querétaro no es nada más el tranvía. Es un punto importante, pero no el eje central de la información. Hay que hacer muchos recorridos, hacer más impulso”, señala.
Gustavo ofrece sus servicios en Plaza de Armas, donde el número de turistas poco a poco se recupera. Los visitantes de manera paulatina regresan a la entidad, y se espera que en las próximas semanas, con el cambio de escenario epidemiológico el Día de Muertos, sean más.
Gustavo explica con emoción que el costado de la Casa de la Corregidora y actual Palacio de Gobierno era una prisión donde Ignacio Pérez era el vigilante. El hombre, guía de turistas, dice que el turismo está en la calle, en las personas que las recorren a pie y en callejones.
Miembro de uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia provocada por el virus SARS CoV-2, dice que en la entidad se deben de recuperar los proyectos que se abandonaron.
Gustavo, guía de turistas desde hace 10 años, explica que para dedicarse a esta profesión se necesita saber geografía, historia de México, un idioma. “La gente piensa que es sólo decir ‘mira que bonito está esto o que atractivo está este lugar, hay que hablar bien de historia. Hay mucho desconocimiento de historia en México”, comenta.
Agrega que tiene muchos amigos que son historiadores y que le inspiraron el gusto por esta materia.
Añade que Querétaro es un lugar importante. La gente piensa que es cuna de la Independencia, pero no, es el cuarto movimiento. En Querétaro es la caída de la segunda monarquía, con Maximiliano de Habsburgo, y aquí también se firma la Constitución de 1917. “Querétaro es la tercera ciudad de la Nueva España. Después de la Ciudad de México y Puebla aquí es donde más templos tenemos”, abunda.
Afirma que aún la actividad turística no se ha recuperado del todo. Además, hay proyectos que quedaron suspendidos por las condiciones sanitarias a nivel global.
“Muchos lugares aún permanecen cerrados, como el Panteón de los Queretanos Ilustres, la Casa de la Corregidora, el Teatro de la República. Esos no los han abierto y eso hace que baje el turismo”, precisa.
Añade que actualmente el turismo de viñedos es el que más impulso recibe, las visitas a la ciudad de Querétaro han descendido porque muchos lugares permanecen cerrados. Esto cambiará con el Escenario A.
Comenta que en el centro de Querétaro hay 32 guías independientes. Muchos trabajan de manera independiente. Buscan trabajo por su cuenta.
“Hay que pedir cooperaciones voluntarias, pero para acreditarte como guía tienes que pagar. No es gratis. Te venden diplomados que tienen que tomar para que estés acreditado, sino, no puedes ser guía. Las acreditaciones se dan por parte de la UAQ. La universidad es la que te acredita como guía y aparte [la Secretaría de] Turismo”, cuenta.
Gustavo dice que gracias a que es buen guía le dan buenas propinas y eso le ayudó a sobrevivir durante el confinamiento, pero no a todos sus compañeros les fue tan bien.
Además, hay personas que se dicen guías sin siquiera serlo.
Gustavo dice que en los últimos meses el turismo internacional ha regresado, aunque de manera tímida, al igual que el turismo nacional. Pone como ejemplo las pasadas fechas patrias, que fueron aprovechadas por turistas nacionales para recorrer las calles queretanas y puntos cercanos a la ciudad.
“Querétaro es un lugar de paso. Si voy a León, a Zacatecas, a Guadalajara, hago una parada. Antes la gente no se quedaba. Ahora la gente se queda más. El turismo de negocios sí ha bajado muchísimo. No viene tanta gente a hacer negocios a Querétaro. Antes se había impulsado mucho. Hay que retomar todo eso para volver a impulsar el turismo”, destaca.
En su trabajo le ha pasado de todo. Recuerda que una ocasión llegó un turista que le exigió que lo llevara a la tumba de Maximiliano de Habsburgo, que era su obligación como guía. Gustavo le respondió que con mucho gusto, siempre y cuando él pagara los boletos de avión a Austria.
Ser guía, dice, requiere de mucho estudio. De hecho, para trabajar en el sector turístico hay que capacitarse de manera constante. “El guía de turistas no sólo se acredita una vez y ya. Hay que estarse actualizando”, puntualiza.
Gustavo vuelve a la espera de turistas, no sin antes dar una explicación de la conocida Fuente de los Perritos, ubicada en Plaza de Armas, como una manera de ensayo, de “round de sombra”, para las semanas y meses que están por venir y que con Escenario A prometen ser mejores.