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Rodrigo González Reyes, presidente de la Asociación de Guías de Turistas del Estado de Querétaro (AGTEQ), confirma que durante las vacaciones de verano hubo una baja de entre 65 y 70% de visitantes en comparación con lo que se tenía previo a la pandemia.
Las cosas, dice, no son iguales a los años previos a la pandemia de la Covid-19.
Los tiempos en los cuales el primer cuadro queretano se llenaban de visitantes nacionales y extranjeros y las calles lucían llenas de quienes se interesaban en conocer la historia y los lugares emblemáticos del estado son ahora parte del pasado.
Rodrigo señala que en buena medida la disminución de turismo se debió a la variación de los calendarios escolares, pues algunos planteles concluyeron el ciclo escolar antes, otros hasta una o dos semanas después.
“De estas semanas que tuvimos como temporada alta, que todavía se supone que es esta semana, ha venido de más a menos. En general, creemos que el porcentaje de turismo bajó igual que obviamente las utilidades, los ingresos”, indica.

En un recorrido que hizo EL UNIVERSAL Querétaro por el primer cuadro de la ciudad de Querétaro, se observó que lucían semivacíos los lugares emblemáticos como el Mirador de Los Arcos y el Panteón de los Queretanos Ilustres.
Los puestos de artesanías que se colocan en las inmediaciones tienen clientes esporádicos. Son pocos los paseantes que este verano visitan Querétaro.
Lo mismo se observa en otros sitios, como el templo de La Cruz, que es una de las visitas obligadas. La mayoría de quienes visitan el lugar son los feligreses que acuden a rezar o a alguna de las misas.
Plaza de Armas presenta un escenario similar. Los turistas son escasos. Son más los queretanos que caminan por el lugar, que disfrutan unos días de asueto o que caminan hacia sus centros de trabajo.
En la base de los tranvías turísticos los guías esperan a los paseantes que tardan en hacerse presentes. Las unidades parten con la mitad de los sitios ocupados, a veces menos, pero deben de cumplir con los recorridos. Es una temporada floja.
Las artesanas que venden sus muñecas Lele caminan de un lado a otro también en búsqueda de clientes.
Son pocos y las ventas son bajas. Han sido tres años complicados para el sector turismo por la pandemia y la crisis económica que derivó de la misma.
Rodrigo explica que en su caso la mayoría de los turistas que atiende son extranjeros, quienes planifican más su viajes.
Es diferente el comportamiento al turismo nacional, que es el que llega durante temporada alta y es el que más ha resentido la baja hasta grados de preocupación en los prestadores de servicios.
Apunta que a los turistas que han visitado la entidad, los recorridos en tranvía son los que más les llama la atención, trabajando en alianza con la empresa que presta el servicio hacia el municipio de Corregidora y la pirámide de El Pueblito.
“Nos topamos con el hecho de que muchas personas vienen a Querétaro en vacaciones regularmente, de segunda, de tercera, de cuarta, quinta vez, y esas personas vienen buscando experiencias variadas o nuevas. El tranvía fue una de ellas, pues fue muy bien aceptado.
“La ruta del queso y el vino no baja. Sufrió un poco una baja en porcentaje (de visitantes) pero fue simbólica. La Sierra Gorda es otro producto que piden los turistas, al igual que Amealco y los pueblos mágicos. Eso en el estado, porque también piden visitar San Miguel de Allende, Guanajuato, incluso Tolantongo, en Hidalgo”, asevera.
Agrega que los turistas extranjeros se quedan hasta tres noches, en ocasiones una semana, y otros son transitorios, pues van a San Miguel de Allende, o a la Ciudad de México.
“También es importante señalar que en Querétaro hay una considerable comunidad de extranjeros. Tengo la oportunidad de darles servicio cuando lo requieren, pero ellos ya viven aquí”, enfatiza.
La presencia de turistas extranjeros en las calles, es poca. Los que caminan lo hacen en grupos de cuatro o cinco visitantes. Toman algunas fotografías, preguntan en español básico por el precio de alguna artesanía o en dónde pueden comer algo. Sin embargo, las cantidades de hace unos años, de 2018 hacia atrás, ya no son.
Rodrigo precisa que la mayoría de los turistas y visitantes extranjeros son estadounidenses, principalmente de Texas, California y Washington, entre los más frecuentes.
El turismo nacional, dice, proviene de estados vecinos a Querétaro, de la Ciudad de México y, en fechas recientes, visitantes de Baja California, Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco, Morelos, entre otros.
La pandemia obligó a cambiar las dinámicas para salir a visitar otros lugares.
Rodrigo señala que son los mismos turistas quienes observan los protocolos sanitarios, sin necesidad de obligarlos.
Para los prestadores de servicios, indica, tienen que adaptarse. El máximo de personas que pueden manejar son 25. Durante la pandemia, cuando se pudo abrir el turismo, el máximo eran 10 paseantes.
Rodrigo añade que la asociación que representa, además de guiar a los visitantes por los puntos de interés de la capital queretana, tiene la responsabilidad de preservar la herencia histórica y de los monumentos de la capital queretana.