Desde hace cinco años, Daniele Di Florido dejó su natal Roma para adentrarse en las aguas de Playa del Carmen, donde él y su familia se dedicaron a la industria hotelera.
La travesía pronto rindió frutos, pues sólo dos años después de cruzar las fronteras e instalarse del otro lado del mundo, Daniele conoció a Natasha Santana. Ambos se casaron y se convirtieron en nuevos queretanos, pues actualmente viven en la capital del estado, donde administran Il Giardino Di Roma, un cálido restaurante que promete cocinar la auténtica comida italiana.
Daniele reconoce que su vida ha transcurrido en cocinas familiares, primero la de su abuela, después la de su mamá, y cuando tuvo la mayoría de edad, en cocinas internacionales.
A los 15 años comenzó a trabajar en restaurantes de Italia y posteriormente en alemanes, donde adquirió mayor experiencia y perfeccionó las técnicas que había aprendido desde niño.
Con el tiempo, él y su familia decidieron mudarse a México, pues se enamoraron de las playas de México.
En este punto de la historia converge Natasha, oriunda de Guanajuato, quien trabajaba como barista en Playa del Carmen. Ambos jóvenes (Daniele, de 29, y Natasha, de 26 años) se casaron en Quintana Roo, pero decididos a independizarse de sus familias, iniciaron un nuevo negocio en Querétaro, pues les pareció un lugar ideal para enriquecer la oferta de comida italiana en la zona.
“La primera opción era Baja California, pero no pudimos conocer el lugar por la presencia de un huracán que nos impidió volar. Tomamos eso como una señal y nos trasladamos a Querétaro, que era otra de las opciones y nos pareció un punto ideal, con alimentos frescos, opciones de quesos y más”, comenta Daniele.
Tanto a Daniele como a Natasha les encanta la cocina, por lo que desde el primer momento han dedicado todos sus esfuerzos en consolidar su propio restaurante. Ambos llegaron a Querétaro en 2019, en menos de tres días ya habían encontrado un lugar para vivir y lo más importante, un local para su negocio.
Como si se tratase de lograr su objetivo en tiempo record, Daniele y Natasha tuvieron todo listo en unas semanas e inauguraron Il Giardino Di Roma los primeros días de diciembre de 2019.
“A mí me parecía que todo Querétaro había venido a comer aquí en los primeros días, vino mucha gente. Querétaro me ha encantado, me recuerda a Roma, la gente muy cálida, mi esposa y yo estamos encantados y sí nos vemos en Querétaro durante varios años más”.
En pocos días se afianzaron clientes constantes y todas las semanas recibían comensales nuevos, las ventas aumentaban y los insumos en cocina se terminaban antes de que anocheciera.
Uno de los conceptos principales de este negocio de comida italiana es la cercanía con los comensales, por eso, Daniele, como chef del lugar, sale unos minutos de la cocina para explicar a sus clientes las recomendaciones del día, responder dudas sobre los ingredientes e incluso invitarlos a ver la preparación de las pastas desde una barra.
“Queremos que esto sea una experiencia real con la comida italiana, que el chef te reciba y te explique cuál será la preparación de tu platillo, que puedas ver que todo se prepara de manera artesanal y lo más importante, con ingredientes de la región. Todo lo que se prepara aquí es de la forma tradicional italiana, pero con productos locales de Querétaro.
“A los dos nos encanta la cocina, entonces todo lo hacemos con mucho gusto, nos encanta estar en la cocina, y queremos que los clientes se sientan como en casa”, comparte Natasha.
La apertura de Il Giardino Di Roma ocurrió en diciembre del año pasado. Durante esas primeras semanas todo iba viento en popa, hasta que en los primeros días de marzo de 2020 la contingencia sanitaria por Covid-19 se presentó en Querétaro y Daniele y Natasha se vieron obligados a cerrar su negocio durante seis meses, que parecieron una eternidad.
La joven pareja regresó a Playa del Carmen con la esperanza de reabrir el restaurante pronto, pero no fue hasta septiembre de este año cuando finalmente pudieron hacerlo. Al llegar nuevamente a Querétaro se encontraron con un panorama completamente distinto al de antes.
Sus vecinos comerciales se habían ido, y ahora debían adaptarse a una nueva forma de mantener a flote su negocio, con medidas sanitarias y limitando esa cercanía que tanto les gustaba ofrecer a los clientes; se acabaron las visitas de los comensales a la cocina, pero sus ánimos de seguir adelante no se han frenado.
“Han sido muy difícil los últimos meses, las ventas no se comparan a lo que eran antes, afortunadamente los clientes han estado al pendiente de nosotros; siguen aquí, pero la situación es muy distinta y tenemos que adaptarnos”, comentan.
Aunque la contingencia sanitaria por Covid-19 ha ensombrecido la abundancia que hasta hace poco estaba presente en la cocina de este restaurante italiano, ni Daniele ni Natasha tienen planes de renunciar a sus sueños.
Planean seguir de pie, esperando nuevos comensales y comenzar a crecer nuevamente.
“Aquí nadie se rinde, vamos a trabajar y a trabajar para mantenernos a flote, que la gente nos conozca y hacer que los clientes vuelvan con nosotros.
“Tenemos muchos planes, queremos abrir aquí mismo una cafetería, incluso soñamos con un segundo restaurante que sea más elegante, de otro nivel, hay muchas cosas por hacer”, comenta la pareja de nuevos queretanos.