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Tan sólo en el último mes y medio, los costos de producción en el local El Chilaquil, de Leticia Montellano, vendedora de alimentos en el mercado Josefa Ortiz de Domínguez, La Cruz, se han elevado casi 15%, lo que ha comenzado a mermar sus ganancias.
Este incremento no corresponde únicamente al aumento en el precio de alimentos, sino de insumos, como los recipientes desechables.
Desde este local, ubicado en el número 401 de este emblemático mercado del municipio de Querétaro, Leticia explica que ha sido complicado enfrentar la inflación, que ha dejado poco margen de maniobra para amortiguar financieramente estos aumentos.
“Ha sido complicado, a donde quiera que vaya todo ya subió, hasta las cosas más sencillas, cuando quieres amortiguar el costo de la venta de tus platillos, empiezas a darte cuenta de que ya subieron los desechables. Yo creo que como 15% ya nos aumentó todo y si tú quieres incrementar el precio a tus platillos, pues la gente también dice: ¿qué onda?”, explica.
Tratar de contener los precios ha sido un proceso complicado, en el que se han reducido sus ingresos, por lo que ha comenzado a ajustar los importes paulatinamente, para que el bolsillo de sus comensales no se vea afectado de manera abrupta.
“No lo ven de la misma manera que cuando vas y compras la materia prima y dices: pues ya subió, la tengo que comprar, es complicado.
“Para nosotros, como comerciantes, ya es menos utilidad y es más difícil jalar el negocio, lo tenemos que hacer, poco a poco ir ajustando cinco pesos, 10 pesos, a los platillos, pero finalmente sí nos trae problemas”, comenta Leticia.
Aun acudiendo a comprar sus insumos a la Central de Abasto de Querétaro o a cualquier otro establecimiento, expresa, las alzas en precios han sido generalizadas y se aprecian en cada lugar al que va a comprar sus materias primas.
La joven reconoce que es complejo aumentar los precios de sus platillos conforme avanza la inflación, debido a que los salarios de sus clientes no aumentan de la misma manera, por lo que, inevitablemente, se termina afectando al consumidor final, quien debe pagar un mayor precio a costa de recibir el mismo ingreso.
“Subió una cosa y ya se vino otra y otra. A donde vayas, así sea a comprar a la Central de Abasto, en todos lados (se observan los aumentos). Y se entiende, ellos mismos están en las circunstancias de que tienen que elevarlos, porque todo va subiendo, pero ¿qué pasa? Que a la gente no le suben el sueldo y, al final, queda perjudicado el último consumidor”, dice.
Hasta ahora, Leticia ha detectado aumentos en la carne, en los abarrotes, en las verduras, en las frutas, entre otros productos y artículos. Refiere que también suele vender cocteles de frutas, pero debido a los elevados precios, sus ganancias han bajado a márgenes mínimos.
“En todo se ha sentido el aumento de precios, para los platillos que son para llevar utilizamos desechables y ya subieron muchísimo, la carne, los abarrotes; las verduras tienden a bajar y subir, pero, por ejemplo, de repente encuentras un kilo de frutas con precios muy arrebatados.
“Luego vendo cocteles de fruta, pero ya no le ganas más que tres, cinco pesos, le ganas menos, ya ni siquiera lo que debería de ser, pero tratas de irte acomodando poco a poco”, sostiene.
En el año y dos meses que lleva de funcionamiento este local de comida, actualmente pasa por el mayor aumento en precios, debido a que —explica Leticia— antes había incrementos en productos particulares, los cuales se solían estabilizar, pero ahora los aumentos los observa de manera general.
“Sí, porque de repente subía una cosa, bajaba y se iban, pero ahorita ya es parejo. Puedo ir ajustando, pero al final de cuentas el último afectado es el último consumidor, porque a ellos les pagan lo mismo”, reitera.
Hasta ahora, Leticia ha padecido una caída de entre 15 y 20% en sus ganancias, debido a que no ha subido sus precios; sin embargo, reconoce que no podrá mantenerlos por mucho más tiempo.
“De 15 a 20% (han bajado las ganancias), porque no he subido precios, los he mantenido así, pero finalmente tengo que hacerlo, no puedo soportar mucho tiempo esta diferencia”, aclara.
Durante la primera quincena de abril, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró en el país un aumento de 0.16% respecto a la quincena inmediata anterior.
Con este indicador, la inflación general anual se colocó en 7.72%, que es mayor que la de los mismos periodos de un año atrás, cuando la inflación quincenal fue de 0.06% y la anual de 6.05%.
En los primeros quince días de abril pasado, los productos con mayor alza en sus precios fueron el jitomate, que subió 16.65%, el chile serrano se elevó 15.16%, los servicios turísticos en paquete 9.36% y el aguacate 4.73%, entre otros, dio a conocer el INPC.
Por el contrario, algunos de los productos que disminuyeron sus costos fueron el limón, que bajó 17.28%, la cebolla que se redujo 13.50%, la electricidad, 12.31%; los plátanos, 7.12%; entre otros, destacó el Índice Nacional de Precios al Consumidor.