Queso de cabra, huevo, dulces de leche, tinturas, salsas picantes y demás productos naturales están presentes en el Centro de Vinculación de Productos Universitarios, un espacio creado por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) para dar difusión a los artículos hechos por emprendedores de la máxima casa de estudios.
El lugar también es conocido entre los alumnos como ‘tiendita UAQ’, sin embargo, Martín García, administrador del centro, explica que el objetivo no es comercializar o vender, sino vincular a los productores con los clientes potenciales a través de una comercialización interna, pues los productos sólo se venden al interior del Centro Universitario, en Querétaro.
“El objetivo principal es dar a conocer lo que la universidad produce a través de una comercialización interna, no externa. Los universitarios se involucran directamente en la elaboración de todos los productos que tenemos aquí, y también todos ellos son asesorados por profesores. Los clientes frecuentes son alumnos, trabajadores administrativos, maestros y población aledaña a la zona”, comenta.
En el centro de vinculación ubicado a unos 200 metros de la rectoría general, se ofertan 70 productos, la gran mayoría de ellos son elaborados por universitarios, pero también se tienen productos promocionales como libretas y chamarras con la leyenda 100% UAQ, esos no se producen en los planteles pues no se cuenta con la infraestructura necesaria, pero los diseños que éstos llevan impresos sí son creados por alumnos.
Entre los productos elaborados por empresarios universitarios se encuentran: pintura de vinil acrílica hecha por alumnos de la Facultad de Química, tinturas hechas en Enfermería, variedades de plantas que provienen del invernadero de Química; leche, queso de cabra, natillas, flanes y dulces de leche elaborados en Amazcala, además de salsas picantes hechas también en la Facultad de Química, entre otros.
Cada producto universitario que llega al centro de vinculación debe contar con normativas básicas antes de ofrecerlo al público, por ejemplo estar embasado y etiquetado debidamente, además de contener información nutrimental y señalar de dónde provienen los insumos.
Actualmente se tienen productos hechos en los planteles de Querétaro, Amazcala, Amealco y Concá, pero se espera que se integren productos de los campus de Cadereyta y Pinal de Amoles.
Según el administrador,durante el año se incorporaron al menos 10 productos nuevos y un total de 30 para el año próximo.
“Se va a producir carne de puerco y de res, están afinando detalles, pero en proceso tenemos 20 o 30 productos más que podrían llegar aquí al centro, como la miel, embutidos, pan, otras variedades de queso, hortalizas, más variedades de plantas porque por ahora sólo tenemos semidesérticas, leche deslactosada y descremada. Este año tenemos 10 nuevos productos, pero en total son casi 30”.
“Con los precios tratamos de que siempre estén por debajo del mercado porque nuestros clientes son los estudiantes, sin embargo es un poco complicado porque al no ser una empresa con un proceso productivo masificado, es más costoso hacer cada uno de estos productos, queremos tener un equilibrio para no dar precios altos y proteger a los productores universitarios, ellos también deben cubrir sus costos. El objetivo es ir creciendo, que la gente ubique estos productos y en un futuro llevarlos por ejemplo a alguna tienda de autoservicio, con sus debidas regulaciones, por supuesto”.
El dinero obtenido a través del consumo de estos productos es devuelto a los desarrolladores de la empresa universitaria para que sigan elaborando sus artículos.
Martín García explica que todos los productos desarrollados en la universidad se registran como propiedad de la máxima casa de estudios, pero en caso de que algún alumno quiera llevar su empresa y comercializar sus artículos fuera de la universidad, recibirá el apoyo suficiente para incubar su proyecto y desarrollarlo en un mercado más amplio.
El Centro de Vinculación de Productos Universitarios fue inaugurado en noviembre del año pasado. Martín García señala que las complicaciones en el centro de vinculación son mínimas; dice que lo más frecuente es es que alguna camioneta se descomponga y el pedido se retrase dos o tres horas, fuera de eso, asegura que los jóvenes empresarios son altamente responsables con los pedidos y tiempos de entrega.
“En todo este tiempo lo más difícil ha sido comprometer el proceso de producción de acuerdo a la demanda que se va generando, tenemos que cumplir con los normatividades, a veces es difícil para el productor decir ‘te puedo producir tanto a la semana' y cuidar que se entreguen en tiempo y forma, son las problemáticas de una empresa pequeña.
“Aunque realmente no hemos tenido muchos problemas, son todos muy comprometidos”, comenta el administrador del centro de vinculación, espacio que también es atendido al 100% por universitarios.
Es así como el centro de vínculación da la oportunidad a la creación de productos que desde las mentes de los universitrarios se han ido creando y en otros casos fortaleciendo.
La universidad se mantiene a la vanguardia en la creación de puntos de proyección para los universiraros y un espacio para que crezca el negocio local.
bft