En los 58 años de funcionamiento del local Barbacoa Juan Mercado, no hay muchas referencias de una escalada en precios tan pronunciada como la de ahora que  impacta a los insumos indispensables: la carne, el limón, la cebolla y el cilantro.

Probar un taco de barbacoa, un consomé, un menudo, lleva implícito unas gotas de limón; por ello, Rafael Mercado, propietario de Barbacoa Juan Mercado, ha seguido ofreciendo limón a sus comensales, aunque, reconoce, ha sido un sacrificio económico.

Ubicado en el mercado Josefa Ortiz de Domínguez, en La Cruz, en la capital de Querétaro, donde hay dos sucursales,  este negocio ha resentido los niveles históricos de la inflación.

De un momento a otro, refiere Rafael Mercado, el kilo de borrego en canal pasó de 96 a 120 pesos, el menudo de 180 a 220 pesos, a lo que se suma el encarecimiento del resto de sus materias primas.

“El kilo de borrego en canal de costar 96 subió a 120; el menudo de 180 a 220  y todo lo que necesitamos: chiles, especias, cebolla, cilantro, todo aumentó, sí repercute en el cliente, porque si a nosotros nos aumentan (…) Si te fijas en los precios y ves otros, está más barato aquí”.

El precio del taco de barbacoa, señala, no ha tenido grandes variaciones, por ahora lo mantiene en 20 pesos, costo que, refiere, comienza a quedarse corto ante el alza de los insumos; mientras un taco con frijoles cuesta en promedio 22 pesos.

“Tratamos de mantener los mismos precios”
“Tratamos de mantener los mismos precios”

Rafael recuerda que el kilo de limón llegó a valer hasta 100 pesos, un precio cercano al kilo de carne en canal.

“El kilo de limón llegó a valer hasta 100 pesos, ya le iba a decir a la agente: te vendo el limón y te regalo el taco  (…) Para la salsita, el chile cascabel, el puya, está carísimo, está difícil. Ahorita ya bajó el limón”, señala.

En esos momentos, agrega, la única opción era seguir comprando limón y ponerlo a disposición de sus comensales; no había de otra en un establecimiento cuyos alimentos van de la mano con un toque de limón.

“[Optaba por] comprarlo, no queda de otra, si usted viene y no ve un limón o ve un limón muy feo va a decir: no. Si ve el puesto, tratamos de mantenerlo súper limpio, arreglado, que se vea bien, si ve un lugar sucio donde estamos sin cubrebocas, que no haya gel o servilletas, imagínese usted ¿qué confianza le damos a las personas para que vengan a consumir?”, expresa.

Mientras no suba el precio de la carne, la luz y el gas, explica, optan por mantener en la medida de sus posibilidades los precios de los alimentos; sin embargo, por momentos ha resultado insostenible, teniendo que aplicar alzas de uno a dos pesos por taco o de cinco a 10 pesos por kilo de barbacoa.

“Tratamos de mantenerlos por mucho tiempo, hay ocasiones que por año los mantenemos, ya cuando no podemos sostenerlo, sí aumentamos uno o dos pesitos, por taco; y por kilo si le aumentamos cinco o 10 pesitos, porque si no: ¿se imagina?, la economía se está recuperando, pero ahorita vea los pasillos que están solos, donde nos defendemos es el fin de semana, pero sí está muy duro, está durísimo”, lamenta.

Añade que mantener los  precios accesibles, también es una estrategia para no inhibir el consumo dentro de una economía que aún no se recupera de los primeros embates de la pandemia.  Sin embargo, la inflación, dice, también se ha reflejado en el alza  de luz y  gas.

“Bendito sea Dios ya pasamos dos años durísimos y toda la gente está a la espera de que ya se componga esto, por ganas de trabajar no queda”, señala.

En los casi 60 años que lleva en el negocio, Rafael Mercado dice que no recuerda una inflación y un impacto económico como el actual. Refiere que cuando se vivió la contingencia sanitaria por la influenza, los efectos fueron sólo de unas semanas, pero actualmente han pasado dos años del Covid-19 y los estragos siguen latentes.

“Cuando vivimos la influenza se bajó la venta, pero duramos como 15 días y no pasó a mayores; cuando vino esta pandemia del Covid-19, pensamos que iba a ser similar y no, dos años y todavía estamos con que habrá otra dosis de vacunación,  la verdad está durísimo, no sé si los gobiernos manejan  políticas para restablecer los negocios, está difícil”, asegura.

Recuerda que el año pasado, tomó conocimiento de un apoyo de 10 mil pesos que recibirían comerciantes, el cual no llegó a su negocio.

“El año pasado dijeron que a los comerciantes les iba a dar una especie de bono de 10 mil pesos por local, pues nunca lo vieron, ni investigar en qué quedó ese dinero”, comenta.

Ante este contexto, Rafael se mantiene entusiasta por recibir a sus clientes y brindarles el mejor servicio, en calidad y precio.

Rafael hace una invitación a los consumidores a acudir al mercado y consumir productos frescos  e impulsar la recuperación de la economía local.

“Estamos para servirles, aquí en el mercado La Cruz, en Barbacoa Juan Mercado 1 y 2. Son productos frescos y de buena calidad”, asegura. 

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