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Una pastorela familiar cumple 30 años en Querétaro

Fiel a la tradición de su mamá, Martha Gómez dirige una obra navideña en la que participan miembros de su familia

FOTO: DEMIAN CHAVEZ
24/12/2023 |10:50
Demian Chávez
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El frío de la calle en la colonia Lázaro Cárdenas no es suficiente para espantar al público, conformado por más de 100 personas. Unos con chamarras, otros con suéter, un distraído ha llevado una caguama. Por fin es tercera llamada y abre el telón. Da inicio la pastorela que dirige Martha Araceli Gómez Alexander y su familia.

Ella lleva cerca de 30 años con la tradición de la puesta en escena, que comenzó en casa por petición de su madre, Petrita Alexander Casas, en el tradicional barrio de la Cruz.

FOTO: DEMIAN CHAVEZ

Muy orgullosa, Martha Gómez presume que a sus 59 años, continúa dirigiendo y produciendo la puesta en escena que “empezó de una manera muy sencilla participando siempre toda la familia”. Además de la dirección escénica, también pintó los fondos del escenario, consiguió la iluminación que instaló su nieto en la tarima y, por si fuera poco, va adaptando año con año el guión de la pastorela, encontrándose siempre un mensaje positivo de cariño y amor.

Preservar la memoria y la tradición.

La pastorela familiar además de preservar la memoria de la abuela Petrita, mantiene latente la tradición.

A decir de Gómez Alexander: “es una tradición que se está perdiendo, como lo dijo el ángel [en la puesta en escena]: ya no hay quien tenga tanta fe. Entonces, por medio del entretenimiento, las personas escuchan algo y a lo mejor se les queda algo, no es una actuación obviamente profesional, ni mucho menos. Lo único que estudié fue en la Escuela de Artes del CEDART, fue mi secundaria y un semestre de preparatoria”.

Martha indica que escribe los libretos. “Todas las historias que cuento las hago yo, las invento. Hay muchas cosas que son realidad y lo llevamos un poquito al chiste, un poquito a la escena, porque a veces son cosas chuscas o graciosas que nos pasan en la casa”.

Martha creció con sus nueve hermanos en Manuel Acuña 55, en el Centro Histórico, “ahí está una vecindad muy grande y ahí, en esa vecindad,” surgieron las primeras puestas en escena donde actuaron sus hijos.

Haciendo un acto de memoria recuerda que “estaba mi hija, la más chiquita, la que salió de María [esta vez], que tiene 30 años, ella actuó y tenía creo que tres años”.

La compañía familiar

Desde los más pequeños, con apenas tres meses de nacidos y hasta la tía Rosi, de 72 años, en el escenario estuvieron cerca de 30 personas, todos familia. Comienzan a ensayar por lo menos dos meses antes de la función. Y la producción implica además del escenario, la renta de sillas, preparar piñatas y ofrecer un convivio después de la obra para afianzar la comunidad.

Martha menciona que el mensaje de la obra es “el que tengas fe y esperanza. Pensar que podemos ser mejores personas que podemos”.

FOTO: DEMIAN CHAVEZ

Y es que la pieza actoral no está limitada a la convivencia familiar, sino a generar comunidad. Por ello que los espectadores, además, son vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas.

“A mí me da mucha alegría cuando se acercan niños, de verdad muy pobres, se acercan bien sonrientes, ellos están contentos y les da risa lo que pasa en la pastorela y se van contentos con sus dulces, la piñata y todo eso. Que era lo que a mi madre le gustaba mucho. Ella decía: ‘Ahora ya Dios te socorrió, tú también compártelo’”.

Gómez confiesa que “a mí siempre me gustó el teatro, a mis hijos, les gusta el teatro y van al teatro; mis nietos van a La Gaviota, a la Casa del Faldón”.

Confía que además de las políticas públicas culturales también “depende de nosotros como padres que nos enfoquemos [en los niños]. El gobierno debe ponerle a uno las herramientas que se necesitan, pero con verdadera gente que esté dedicada de verdad llegarle a la mayoría de las personas es lo que siento que hace falta”.