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José Luis Téllez es un investigador postdoctoral adscrito al Laboratorio de Genómica Mendeliana y Salud de Precisión de la UNAM Juriquilla, y se ha dedicado al estudio de un gusano microscópico conocido como Caenorhabditis elegans.
Con este gusano, explica, se pueden realizar manipulaciones a nivel genético en un modelo vivo para el estudio de enfermedades neuronales humanas, como el Parkinson o la esclerosis amiotrófica lateral.
Téllez Arreola indica que en su investigación se toman los genes de los pacientes y se implantan al gusano, con el fin de ayudar a interpretar lo que ocurre en el paciente, ya que el gusano tiene 60% de los genes compartidos con el ser humano y más del 50% del genoma.
Tellez Arreola, doctorado en Ciencias biomédicas, compartió que su curiosidad de cómo funciona el cerebro junto con el sistema nervisoso nació cuando trabajó con su tutor, en operaciones de hernias en animales.
Ya en la Maestría en Ciencias realizó su especialidad en neurobiología de la UNAM, y ahí fue cuando tuvo contacto con este modelo de gusano que tiene muchas ventajas para hacer manipulaciones a nivel genético molecular como modelo.
Tellez comenta a EL UNIVERSAL Querétaro que “ahí fue donde conoció a este tipo de gusano y hemos ido creciedo juntos en el campo de las neurociencias”.
“Para 2012, que fue cuando inició la maestría, el gusano en México y en Latinoamérica, en el campo de las neurociencias, no era un modelo que se adoptara aún. Eso dista mucho de los países con economías desarrolladas donde hay muchos laboratorios que aceptan bien el modelo y que ya tienen años trabajando en ese campo”, explica.
Más exacto que ratas de laboratorio
En su investigación sobre la enfermedad del Parkinson, precisa que las células de pacientes enfermos se convierte en neuronas y se implementan en los gusanos, con resultados de aproximaciones más cercanas a la realidad, sin usar modelos como ratas o ratones, dado que los gusanos son sistemas completos. Estos tienen sistema nervioso, digestivo, músculos, aparatos bucales y reproductor.
El investigador revela que en “un segundo postdoctorado, trabajó con poblaciones silvestres de estos gusanos que se aíslan de la naturaleza y que no han estado en laboratorio. Es como analizar a los seres humanos, los que sobreviven en tierras muy frías o tierras muy calientes, en junglas o selvas”.
Otra de las grandes ventajas en este gusano es que crecen dependiendo de la temperatura. A mayor calidez crece más rápido, a menor temperatura tarda más en su desarrollo. Subraya que “eso es una ventaja porque tú puedes programar ciertos experimentos manejando las temperaturas a ciertos días”.
Además, los gusanos, refiere, son hermafroditas, eso quiere decir que tienen los dos aparatos reproductores, tanto el masculino como el femenino.
Cada gusano adulto puede tener alrededor de entre 200 y 250 individuos de progenie en la etapa reproductiva, lo cual los ratones, solo entre 8 y 10.
El gusano tiene 60% de los genes conservados con el ser humano, más del 50% del genoma. “Eso significa que podemos estudiar genes que están implicados en ciertos mecanismos en el ser humano, los podemos estudiar en los gusanos”, indica.
Una de las enfermedades más estudiadas es la esclerosis amitrófica lateral, que incluye el sistema neuromotor. El gusano es un excelente modelo.
En el laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano de la UNAM en el Campus Juriquilla, que dirige la doctora Claudia Gonzaga, refiere, se están desarrollando investigaciones en enfermedades como epilepsia, problemas motores y retraso en desarrollo.