Aunque las autoridades aseguran que fueron sólo seis mil mujeres las que marcharon en Querétaro este 8 de marzo, los colectivos estiman más de 10 mil, en lo que fue, sin lugar a dudas, la marcha feminista que mayor convocatoria atrajo en el marco del Día Internacional de la Mujer.

La falta de acuerdos entre los diferentes colectivos, que hicieron diferentes convocatorias, para partir de distintos puntos en la ciudad, hizo que las queretanas se dividieran en las distintas marchas; sin embargo, tanto la plaza de la Constitución, como el Jardín de la Corregidora lucieron abarrotados.

Consignas como “ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “si tocas a una, respondemos todas”, “ojalá nos cuidaran como a sus monumentos”, son algunas de las que se pudieron escuchar y leer en carteles, mantas y playeras.

Miles de mujeres en diversos contingentes recorrieron las calles del Centro Histórico. Desde mujeres gestantes, mujeres maternando, con lomitos, con alguna discapacidad, danzantes, en motocicletas, a caballo y en auto, todas gritando al unísono que haya justicia por las que ya no están y seguridad para las que quedan.

Varios llamados y cientos de mujeres unidas
Varios llamados y cientos de mujeres unidas

Uno de los contingentes partió desde la Alameda Hidalgo, teniendo como parte de su recorrido avanzar sobre Zaragoza hacia el Tanque, donde darían vuelta y bajarían otra vez sobre Zaragoza para incorporarse a Corregidora hasta la Plaza Constitución; sin embargo, apenas unos minutos después de que salió el contingente, un grupo de mujeres en motocicleta apareció para liderar el grueso del contingente y llevarlo hacia la calle de Pasteur, para rodear la Alameda Hidalgo, sobre Constituyentes hasta Corregidora y hasta llegar al Jardín de la Corregidora.

El colectivo que se quedó atrás y que, originalmente había avanzado hacia el Tanque, continuó su avance, pero momentos más tarde acusó al gobierno estatal de haber intervenido en el movimiento para desarticular la marcha.

“Con fines políticos están desarticulando la marcha, engañando a las compañeras y llevándoselas con engaños a un recorrido del cual nosotras no estamos enteradas”, pronunciaron. Posteriormente este colectivo encabezó el incendio de diversos objetos sobre la calle de independencia, frente a la Plaza Constitución, en protesta por la presencia de hombres en la que dijeron, era una marcha separatista.

Por su parte, el colectivo Adax Digitales se congregó en el Jardín de la Corregidora, donde lamentaron la nula respuesta que han tenido por parte de la Fiscalía General del Estado para garantizar la justicia para las víctimas de violencia.

Mayra Dávila, fundadora de este colectivo, señaló que desde hace siglos, las mujeres se han organizado para hacerle frente al sistema patriarcal en el que vivimos, en 2013, cuando se fundó Adax Digitales, se comenzó una lucha titánica para visibilizar una violencia que, en ese momento, parecía invisible: la violencia digital.

En este sentido, informó que Querétaro se posiciona como el tercer estado en el país con mayor acoso digital en contra de menores entre 12 y 19 años de edad, y el octavo lugar a nivel nacional en violencia digital en general.

“La violencia digital ya nos ha arrebatado a varias. Hoy en especial queremos recordar a Rosa Abelina, asesinada en la Sierra Gorda, allá donde la justicia también es el privilegio de unos cuantos, donde el patriarcado es más primitivo y, por lo tanto, más violento”, destacó.

Cintia, sufre violencia

Cinthia Solís se encontraba el pasado domingo trabajando de mesera en un bar, en el Centro Histórico de la ciudad, cuando un par de hombres arribaron, ya con algunas copas encima, exigiendo que la joven se sentara con ellos a la mesa y “los atendiera como debe”.

“Llegan unos clientes, dos señores, uno de ellos muy pesado desde que llegué y cuando me dice que si me quiero sentar, le digo que yo estoy de apoyo y nada más y me decía: entonces sírveme, eres vieja, para eso sirves”, relata.

Ante diversos comentarios agresivos por parte de uno de los comensales, Cinthia le comenta a su compañero que ya no los atenderá y les pide que cubran la cuenta.

“Le digo al compañero: oye, ya no les voy a dar servicio, tu compañero anda muy tomado, mejor regresen después. Sigo atendiendo mis mesas y de lejos se escuchó: pinche perra la voy a matar. Volteo y en eso empiezo a sentir caliente, ardor y ya me había apuñalado”, detalla.

A partir de ese momento todo ha sido una travesía con mucho dolor para Cinthia, pues luego de que el hombre le encajó un pica hielo, la ambulancia tardó mucho en llegar, por lo que ella atinó a “hacer como un torniquete en la herida y eso fue lo que me ayudó a no desangrarme”.

Una vez en el hospital, canalizaron a Cinthia y le colocaron un par de tubos cercanos al pulmón, ya que el picahielo alcanzó a perforar este órgano.

Luego de tres días hospitalizada, Cinthia recuerda con rabia que la fiscal a cargo de su caso llega a donde ella estaba internada e intenta manipularla para que desista de continuar con la denuncia con el argumento de que la herida “no fue tan grave”.

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