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Costarricense de nacimiento, pero queretana de corazón, Tere Morera llegó a México hace dos décadas, sin embargo la mitad de este tiempo ha vivido en San Juan del Río, Querétaro, donde ha encontrado un hogar para ella y sus dos hijos, así como un lugar donde realizar sus sueños mediante la actividad que tanto le apasiona: la actuación.
Tere Morera es licenciada en Artes Escénicas y llegó a México hace 20 años, luego de conseguir una beca de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de este país para realizar una investigación acerca de la obra del dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda; en aquel momento Tere eligió México por las coincidencias culturales con Costa Rica, aunque la vida le deparaba muchas otras experiencias en este país.
“Cuando quise hacer mi posgrado había la opción de ir a España, Estados Unidos o México; yo ya había estado en México y me gustaba, pero también lo elegí porque era Latinoamérica y pensé que el choque cultural sería menor. En ese entonces no había becas para cubrir arte, pero ingresé un proyecto de dramaturgia para otra rama y resultó que obtuve la beca y llegué a la Ciudad de México. Ahí estuve dos años”, relató.
Durante el posgrado conoció a quien sería el padre de sus hijos y, después de este periodo en la capital del país, emigró al norte hacia Ciudad Miguel Alemán en Tamaulipas, donde estuvo por casi 10 años. En aquella ciudad fronteriza se dio cuenta de que había muchas más diferencias culturales en México de las que consideró y entonces dedicó sus ensayos y funciones a su papel como madre de una niña y un niño; la actuación tendría que esperar, pero no por mucho tiempo.
Para 2008, el aumento en la violencia en esa parte del país, provocada por los cárteles de la droga, hizo pensar a Tere sobre el futuro y el ambiente que deseaba para ella y su familia, por lo que fue el momento idóneo para buscar otro lugar para vivir. La primera opción fue la Ciudad de México, sin embargo en las visitas con su familia política conoció Querétaro, particularmente San Juan del Río y decidió que ahí es donde se afincaría.
“Estábamos en la elección de dónde íbamos a vivir, y sí me gustaba mucho la Ciudad de México, pero me gustó más la tranquilidad de Querétaro, de San Juan. Aquí estamos cerca de ciudades grandes y todavía no entramos en esa dinámica de tráfico o algunas otras cosas, esa tranquilidad es la que me gusta”, expresó.
Al llegar a esta entidad, Tere notó que fue un poco más sencillo el trato con la gente debido a que ya tenían familia aquí, además de que en algún momento el hecho de ser extranjera fue como un beneficio que le permitió acercarse a los queretanos y comenzar con el trato hacia ellos. Incluso fue a través de una bailarina queretana que la actriz costarricense retomó las tablas de la actuación y volvió a los escenarios.
“Cuando llegué a Querétaro conocí a una bailarina y empezamos a hacer un proyecto, yo todavía tenía ese gusanito del teatro y por cuestiones del destino todo se logró y total que yo regresé a las tablas”, indicó.
Con esta oportunidad, Tere Morera comenzó a darse cuenta de que en el estado había mayor apertura para el desarrollo de la Cultura y las Artes, decidió retomar e impulsar su carrera. Acudió a un seminario en Cuba y ahí encontró que el monólogo sería el género idóneo para explotar su creatividad y talento.
En estos años que ha vivido en esta entidad, Tere compara la oferta cultural que hay en Querétaro con la de otros estados, y si bien hay espacios promovidos para este fin, esta artista considera que el camino todavía es largo para poder colocar las Bellas Artes como una demanda entre el público, a lo que se suma la necesidad de espacios para presentaciones y el apoyo tanto de instancias gubernamentales como privadas para pagar por un espectáculo de este tipo.
“Sí hay espacios pero hace falta mucho que la gente vea este tipo de actividades, sobre todo en lo local, la gente se va hasta Querétaro cuando aquí en San Juan podría ofrecerse teatro, hay varios artistas y gente que trabaja en esto, pero falta dar ese paso para que se pague por un boleto de una puesta en escena, ahí es donde falta la gente y también los espacios”, dijo.
En el último lustro, Tere Morera se dedicó al monólogo Baby boom en el paraíso, donde relata las dificultades de una mujer para enfrentarse a su matrimonio y a las presiones sociales; a través de esta actuación logró estar en recintos como el Museo de la Ciudad y el Cineteatro Rosalío Solano, en la capital del estado, así como varios espacios en San Juan del Río.
A partir de octubre comenzará con un nuevo proyecto denominado Madona en concierto, donde tratará el tema del tráfico de órganos, a través de una puesta en escena que combina su monólogo con géneros como el stand up y teatro cabaret entre otros.
El cariño que esta costarricense tiene por México y San Juan del Río la llevó a obtener la nacionalidad mexicana en 2002, sin embargo cada año visita su tierra natal y cuenta a sus familiares y amigos las experiencias que la han arraigado a esta tierra, la cual no piensa dejar en próximos años, pues tanto ella como sus hijos han establecido sus raíces aquí.