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Las aspiraciones por desarrollarse profesionalmente y ser independiente fueron los motivos que hicieron a Claudia Echeverría Pimentel emigrar de la Ciudad de México a Querétaro y, por ello, desde 2005 reside en la ciudad de San Juan del Río, de donde —asegura— no se irá por los años futuros.
Claudia tenía 21 años cuando llegó a Querétaro. Es la hija más pequeña de una familia de 4 personas y en la Ciudad de México dejó a sus padres y a su hermano, sin embargo este último llegó hace dos años a San Juan del Río; es licenciada en Optometría y fue precisamente el anhelo de desarrollarse en su carrera uno de los motivos principales para emigrar a esta entidad.
Pero ese anhelo tuvo el impulso que necesitaba para convertirse en un hecho, cuando Claudia aceptó la invitación de su pareja para cambiar de residencia. La planeación fue solo de unos meses, Claudia esperó a terminar la carrera y en cuanto entró a hacer el servicio social realizó su cambio de residencia.
“Empecé en San Juan haciendo mi servicio social con la doctora Rosana Vidal, ella es Oftalmóloga en una clínica en el centro. Ya después de eso empecé a trabajar y estuve trabajando hasta el 2013 en distintos lugares y a partir del 2014 ya me independicé y comencé con mi negocio, una óptica”, mencionó.
Aunque Claudia habría podido desarrollarse profesionalmente en la Ciudad de México, su intención —desde muy joven— siempre fue vivir en provincia; le llamaba mucho la atención la tranquilidad de las ciudades pequeñas y por eso fue que en cuanto tuvo una oportunidad emigró. En este momento, reflexiona, esa decisión fue acertada, dado que en el estado de Querétaro ha logrado alcanzar sus objetivos planteados en la juventud.
“Me traje libros de la escuela, una computadora, como 4 o 5 mudas de ropa y ya, no traje nada más, me aventé a venirme y no tenía nada… Allá en la Ciudad de México tenía trabajo en una cadena y pedí un cambio para San Juan del Río y me lo dieron en Querétaro pero no tenía coche, entonces saliendo del Servicio social, en San Juan, me iba a la terminal de autobuses y de ahí a Querétaro. Salía a las 9 de la noche del trabajo y llegaba a mi casa hasta las 10 y media. Duré un mes y comencé a buscarle en San Juan”, relata Claudia.
Los siguientes años fueron tiempos de trabajo arduo. Para esta capitalina, el ser una mujer bien preparada en su carrera le permitió que se le abrieran puertas en diferentes lugares, además de que considera que la gente de San Juan del Río, con la que trabajó, sabe reconocer la preparación de quienes llegan de fuera. En su carrera es difícil encontrar personas con la preparación académica adecuada para atender los casos que se presentan y ese ha sido lo que le ha permitido sobresalir.
En ese tiempo, Claudia logró conocer personas que con los años se han convertido en amistades entrañables y quienes han hecho que San Juan del Río se haya convertido en su hogar. Al mismo tiempo no soltó su intención de crear su propia empresa y poco a poco comenzó la planeación para poder abrir una Óptica.
Aunque ahorro un poco de dinero, la principal fuente de capitalización que utilizó fue una sociedad y créditos financieros, dado que iniciar un negocio de esta naturaleza implica una inversión importante para arrancar, sin embargo la experiencia que ya tenía en la materia le permitió ir consolidando su negocio, el cual decidió abrir en el municipio de Pedro Escobedo, en donde se ha convertido en una de las principales prestadoras de servicios de optometría.
“A finales de 2013 ya estaba en planes de hacer algo mío, porque ese debe ser el proyecto de todo joven: ser emprendedor para poder crecer. La economía no es muy estable y pues uno tiene que buscar poder tener más oportunidades y que te vaya mejor, siempre he creído que hay que buscar siempre algo más… Aquí en Pedro Escobedo nos ha ido bien, la gente es muy bonita y me han apoyado, he ido haciéndome de mis clientes y nos ha ido muy bien”, refirió.
Para Claudia el fenómeno migratorio que se presenta en Querétaro significa un reto para las autoridades locales, porque si bien la llegada de familias beneficia en el ámbito financiero, las autoridades deben responder al brindar los servicios públicos conforme al crecimiento poblacional.
De igual forma, esta profesionista considera que la llegada de personas de diversos puntos del país ha afectado la cultura cívica que se vivía en Querétaro una década atrás; desde el respeto a los señalamientos viales, hasta los malos hábitos de tirar basura o cuidar los lugares públicos; la convivencia de personas de diversos puntos del país también ha generado situaciones de inseguridad que, si bien no son comparables con otras entidades, demuestran que Querétaro ya no es la misma entidad segura.
Sin embargo, Claudia Echeverría asegura que es una mujer plena al vivir en el estado de Querétaro, donde ha encontrado una forma digna de desarrollo personal y profesional, además de una calidad de vida mucho mayor a la que podría tener en la Ciudad de México. Para Claudia, el municipio de San Juan del Río es su casa y lo seguirá siendo por muchos años más.