El tuit de Jairo Guitarreao, nombre artístico de Jairo Louis Clavo, llamó la atención de muchos usuarios de las redes sociales. El hombre, venezolano avecindado en Querétaro desde hace tres años, pedía buenas vibras para encontrar un lugar donde poder interpretar su música. El mensaje en las redes sociales funcionó, pues esta semana comenzará a tocar en un restaurante de la capital queretana.
“Esta tarde saldré a buscar lugares donde tocar en Querétaro. Sería genial conseguir un punto donde tocar todas las semanas. Deséenme suerte”, escribió Jairo en su cuenta de Twitter. Las respuestas y los buenos deseos pronto llegaron.
Jairo, de 40 años de edad, se define como cantautor, comunicólogo, comediante, redactor creativo, señala que con la emergencia sanitaria por el Covid 19 se detuvo la actividad musical que tenía en vivo.
“Aparte de eso, pude mantenerme gracias a que doy clases de inglés y con eso pude mantenerme, pero la música en vivo se detuvo por completo. Comencé a hacer transmisiones en vivo vía Facebook e Instagram. A veces, algunas personas hacían donaciones y más o menos por ahí salían los ingresos de la música.
También empecé a ofrecer otro tipo de servicios, como canciones personalizadas. Si quieres dedicarle una canción a tu novia, a tu esposa, a tu mamá, si me das la historia puedo hacer una canción para ti. Con eso logré algunas cosas”, indica.
El cantautor comparte que ocasionalmente tocó en eventos privados, algún restaurante, donde se tenían que cumplir los protocolos. Cuando la ciudad volvió a tener movimiento, Jairo decidió salir a probar suerte nuevamente. Por eso publicó el tuit, mensaje que incluso le valió una invitación a un programa de radio.
“Tiene que ver un poco con eso, de resistir. La situación no se puede negar, pero hay que resolver, hay que salir, hay que moverse. Creo que todos, también los restauranteros, los dueños de cantinas, de los sitios donde solía tocar, y gracias a Dios ya tengo un sitio nuevo donde tocar, eso resulta del tuit, más que de salir a la calle a buscar dónde tocar, fue por el tuit”.
Jairo también platica sobre su salida de su natal Venezuela, hace tres años y medio.
“Salí de Venezuela, como muchos, por la situación (del país). No precisamente por hambre, como podrían algunos suponer, pero sí por una situación de muchas limitaciones para el desarrollo personal. Así como para muchos no es fácil conseguir lo básico, la comida, la medicina, también cuando estás en otro punto es difícil en Venezuela decir que vas a comprar un coche, una casa, que vas a vivir por tu cuenta solo. Esas son cosas muy difíciles de encontrar allá. Entonces eso vine a buscar a México.
Aquí, en México, ya tenía algunos paisanos, colegas, comunicólogos, que ya estaban establecidos aquí desde hace tiempo. Me vine con la referencia que tenía de los amigos y me encontré con una colonia venezolana gigante en Querétaro”, abunda.
El músico detalla que llegó de Venezuela a Querétaro y que en la Ciudad de México sólo ha estado una vez, cuando acudió al consulado de su país para la prórroga de su pasaporte.
Expresa que de Querétaro conocía muy poco. Había escuchado de la arquitectura colonial, de sus Pueblos Mágicos, la comida, pero del ritmo de vida y la dinámica queretana fue a lo que se tuvo que adaptar.
Jairo vuelve a su vida en Venezuela y recuerda cómo fue trabajar en los medios de comunicación, donde laboró en radio y en páginas de Internet. Asegura que directamente no le tocó un caso de censura, aunque a algunos de sus compañeros sí.
Afirma que, como comediante, le tocó que le dijeran que se presentaba en un espacio público, por lo que no podía hacer chistes del gobierno o de ciertos temas porque cerraban el sitio. Agrega que una vez incluso fue amenazado al terminar su presentación, acusándolo de hablar contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En Querétaro, manifiesta, se ha dedicado más a la enseñanza, pero a nivel público se ha enfocado en la música. “Estuve haciendo un tiempo comedia, en los espacios de micrófono abierto que hay aquí. Llegué a compartir tarima con algunos comediantes nacionales que venían (a Querétaro). Me he desarrollado más con el tema de la música, porque el humor que hacía en Venezuela lo hacía con la música, con la guitarra”.
Con un mes de casado con su esposa mexicana, Jairo ve el futuro de forma optimista. Este año lanzó dos composiciones y trabaja en otras canciones inspiradas en personajes de cómics, que están en las plataformas digitales.
“La idea es presentar a estos personajes, no desde el punto de vista de la acción o de sus aventuras como se muestran siempre, sino darles un toque más de humanidad. El año que viene se van a lanzar otros temas para completar el EP de cinco canciones sobre esta temática”.
Jairo se despide de manera amable y riendo. Su vida cambió para bien en unos cuantos días gracias a un tuit. Su futuro luce esperanzador.