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La casualidad trajo a Luis González Gómez a Querétaro a principios de este año. Después de una mala experiencia en San Luis Potosí, una oferta laboral lo convenció, en dos días, de dejar su originaria Ciudad Mante, Tamaulipas.
Luis llegó en febrero después de postularse para una entrevista de trabajo que vio a través de una publicación de Facebook, él es diseñador gráfico.
“Fue todos súper improvisado, yo me quería ir a Monterrey, pues en mi pueblo no hay gran cosa de trabajo, y menos como diseñador”, expresa Luis.
Explica que la mayoría de sus compañeros de la universidad, incluso de generaciones arriba, preferían ir a buscar trabajo a Monterrey, no sólo por su desarrollo, sino también por la cercanía; su primer intento de establecerse fuera de Ciudad Mante fue en San Luis Potosí, pero al estar ahí no se sintió cómodo y regresó a su pueblo.
Una decisión equivocada
Haber elegido a San Luis Potosí como primera opción es porque Luis estudió un semestre de intercambio allá, y dice que quedó encantado; sin embargo, agrega que el trato de la gente no se lo hizo fácil, y por eso decidió regresar a su “rancho” para buscar opciones de trabajo en Monterrey.
“Intenté tener desarrollo en San Luis Potosí y no me fue tan bien, me regresé a mi rancho y fue cuando quise irme a Monterrey, antes, todos querían irse allá, incluso la generación arriba de la mía hacía eso, pero de unos dos años para acá se empezó a escuchar sobre Querétaro, y se comenzó a decir que había trabajo”
“Si comparas Ciudad Mante o Tampico con San Luis Potosí, éste último está mucho mejor, pero luego comparas a Querétaro con San Luis, y Querétaro gana con mucho”, añade Luis con una gran sonrisa en el rostro.
Querétaro
Una amiga queretana me dijo que lo intentara acá, además me ofreció rentarme un departamento de su propiedad; es decir, había el plus de que no iba a estar completamente solo en el estado. Pero la situación cambio porque en los siete meses que lleva aquí, dice, ha visto a su amiga tres veces, porque ella es médico y no tiene mucho tiempo libre.
Cuando él estaba todavía en Mante, su amiga lo etiquetó en una publicación de Facebook donde se solicitaban diseñadores gráficos, solicitó información, y en unos días le dijeron que se podía presentar a una entrevista.
“Cuando me llamaron y me dijeron que en dos días fuera a entrevista ni lo pensé. En corto agarre mis cosas, las metí a la maleta y al día siguiente estaba en Querétaro para ir a la entrevista”, explica con lujo de detalle.
Primeros días
Como Luis insiste en que todo se acomodó de “chiripa”, no sabía ni a dónde iba a llegar, porque nunca había venido a Querétaro, ni de visita; su amiga fue por él a la terminal de autobuses, lo llevó al departamento, y le explicó a grandes rasgos como moverse en la ciudad.
“Me costó trabajo acoplarme porque Ciudad Mante es muy pequeño, sólo hay un cine y dos súper mercados. Por eso cuando llegué a Querétaro me pareció una ciudad muy grande. Todo se me hace lejos, además cuando llegué a la entrevista de trabajo fue en Juriquilla; se me hizo que estaba del otro lado del mundo”, señaló.
Seguridad y familia
En lo que a seguridad se refiere, a Luis le gusta que en las calles del Centro Histórico se puede caminar avanzada la noche sin sentir algún tipo de peligro; confiesa que la colonia donde vive, que es Lázaro Cárdenas, si se siente el ambiente un poco “pesado”, pero aun así nunca le ha pasado nada.
“En el Centro está súper tranquilo, de las pocas veces que he salido hay movimiento hasta muy noche, cuando en mi pueblo a las 07:30 ya no hay nada. En la colonia donde vivo en Querétaro se ve un poco peligroso, pero ha de ser cosa de percepción, pues nunca me ha pasado algo, me ha ido súper bien”, asegura.
En siete meses, a su familia sólo la ha ido a ver una vez, y eso fue porque les dieron un día libre en su trabajo y tuvo tiempo para viajar. Dice que no tiene planes de ir en próximas fechas, pero esperará a que en el trabajo le vuelvan a dar algunos días.
“A mis amigos si los extraño, pero con la familia no soy tan nostálgico, porque estudié solo y estuve un rato solo en San Luis (…). Además, hace un mes vino parte de mi familia”.
Futuro
Por el momento Luis se siente bien viviendo en Querétaro y asegura que se quedará por más tiempo, sin determinar cuántos meses más, años, o de por vida, pero esta abierto a moverse “a donde apunte el huarache”.
Lo que más le gusta de esta ciudad es su arquitectura, la diversidad de gente que habita, porque hay muchos foráneos, tanto nacionales como internacionales; además del clima, porque cuenta que en Ciudad Mante aún en otoño el termómetro llega a los 47 grados.
“La variedad de gente que llega a vivir aquí hace más interesante el día a día, además de la cantidad de oportunidades y posibilidades laborales que hay”, destaca.
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