Pocos conocen a Jorge Cueva, pero si nos referimos a él como Mr. Tempo la situación cambia, porque es un personaje conocido con este sobrenombre en las redes sociales, al ser considerado el Rey de las Margaritas y las Cantinas, pero quien además logró conseguir el llamado “sueño americano” de convertirse en un exitoso emprendedor en Estados Unidos.
Con el sobrenombre de Mr. Tempo, las redes sociales lo hicieron el restaurantero mexicano más popular en California, y ahora busca llegar a Querétaro para abrir una unidad de sus negocios.
Con un tono nostálgico, Mr. Tempo recuerda que “en 20 años he abierto unos 140 restaurantes en Estados Unidos”.
Nativo del estado de Jalisco, Jorge Cueva comenta que a los 18 años se fue a California con su padre, con la promesa de que en seis meses regresarían a México. “Me dijo que sólo estaríamos allá para abrir un negocio”.
Eso fue hace dos décadas: “en 1991 me mudé a Tacoma, Washington, donde mi primo era gerente de un restaurante; pero como yo nunca había estado en ese negocio, y tampoco hablaba inglés, pues me aventaron a lavar los platos”, recuerda.
Ahí comprobó la necesidad de ese ingrediente que se llama pasión por el trabajo. “Yo me pongo a trabajar, en saber cómo puedo salir a delante”.
Cuenta que ahora pocos lo conocen por su nombre de pila, pero que muchos lo detienen para preguntarle si él es el famoso Mr. Tempo, el Rey de las Margaritas y Cantinas.
En aquel restaurante de Tacoma trabajaba hasta 18 horas diarias, porque ni siquiera tenía amigos con quienes salir. Después de su jornada como lavaplatos, se pegaba a los meseros para ayudarlos sin pago alguno. “Trabajaba 100 horas a la semana y me pagaban 40”, recuerda.
Pero aprendió a manejar las comandas, aprendió a operar el sistema de un restaurante y, con suerte, lo dejaron atender mesas de hispanos, ya que en ese tiempo se corría el rumor de que no dejaban propinas. “Jorge, toma esa mesa porque no van a dejar propina”, le decían los meseros”.
Resultó que a una de esas mesas llegó el dueño de un restaurante que quedó tan complacido con su servicio que lo contrató como mesero.
Ahí cambió la vida de Jorge Cueva, quien ahora es dueño de una de las cadenas de restaurantes más populares en California y que acaba de llegar a México, al Valle de Guadalupe, en Ensenada, para expandir su marca a su país, el cual le enorgullece.
“Fueron 20 años de muchos sacrificios, de un montón de trabajo, y de quedarme en la calle sin un solo peso, pero lo más chido es regresar ahora a mi país para aportar, para dar trabajo y sumar”, dice Mr. Tempo, al recordar que su primer restaurante se llamó Mucho Loco de la Cabeza, que lo abrió en Washington, y que, señala, le generó un éxito contraproducente.
“Es verdad que el dinero te transforma (…), a mí me pasó, pierdes la perspectiva de lo que es importante. Desatendí el negocio. Fue un golpe muy duro tener que cerrar el Mucho Loco de la Cabeza, me deprimí y me quedé sin dinero”.
Pero fue justo después de ese golpe que entendió que tenía que trabajar como con todo lo que sucede en la cocina: con pasión todos los días. “Es como el servicio que espera un cliente; una comanda debe tardar diez minutos, y si tienes 50 comandas, no puedes retrasarte porque el cliente es quien decide qué restaurante es popular y exitoso”.
Con esa filosofía es que Mr. Tempo regresa a México, ya que tras el éxito rotundo que ha tenido con el restaurante en Valle de Guadalupe, (King & Queen Cantina) ahora continua la ampliación del concepto en Los Cabos, Baja California Sur, Tijuana y, por supuesto, Guadalajara y Querétaro.
“Querétaro está en mis planes de apertura para las próximas sedes por explorar, pronto daré la sorpresa de estar en esta entidad”, señala.
Agrega que “yo ya hice el sueño americano, ahora me queda el reto de sumar en mi país, y para eso es que estoy aquí, sin importar que eso significa empezar desde cero. Estoy acostumbrado a trabajar y dar lo mejor de mí”, dice.
Remata que muchos creerán que Jorge está “mucho loco de la cabeza” (expresión frecuente de los estadounidenses cuando quieren expresar en español que alguien comete una locura) por su proyecto de regresar a México en lugar de quedarse en Estados Unidos a administrar su éxito, pero él está convencido de que no hay mejor éxito y triunfo que el regresar a tu país a hacer el bien y aportar cosas.