No cabe duda que a pesar de echar raíces, los seres humanos empacamos nuestros sueños y propósitos para llevarlos a otras latitudes en la vida cotidiana. Las circunstancias cambian y observar con atención nos enseña a ver las cosas de manera distinta y, al tiempo, verlas mejor en la distancia. Por eso, es bueno concentrarnos de nuevo en el camino y en los pasos que debemos seguir hacia adelante para llegar a donde el destino nos quiere llevar con o sin nuestra voluntad. Mitad circunstancia, mitad nuestro hacer, así también son las cosas cuando revisamos lo andado y cuando evaluamos lo realizado en la vida.
Particularmente hoy más que nunca son necesarias la generosidad y la solidaridad como parte de las cosas que debemos llevar con nosotros en el camino. No será posible reconstruir el tejido social sin comprender la importancia de sabernos parte de una comunidad y no pensar que los caminos solo son para nosotros. Todos los días nos encontramos con gente a la que podemos dar apoyo o de quienes también nosotros recibimos mucho. Levantemos la vista y démonos cuenta de que gran parte de la solución está en nuestra capacidad de transformar los momentos difíciles en oportunidades. Solo así fortaleceremos esta comunidad nuestra en el Querétaro nuevo que deseamos conservar.