Para quienes vivimos y conocimos los alcances de las adversas condiciones financieras de antaño, cuando este país se manejaba bajo un modelo de “economía de estado”, sabemos lo importante y valioso que resultó el cambiar a un modelo de “economía de mercado”, el cual trajo consigo mayor estabilidad y alejó aquellas devaluaciones que acababan con negocios y actividades productivas en menoscabo de los micro y pequeños empresarios que llevan siempre consigo la mayor carga en la tarea de hacer crecer nuestra economía. Sin embargo, hoy día vemos con preocupación, que el modelo actual en este mundo globalizado muestra un grave deterioro reflejado en la reducción de empleos y en la lucha para combatir la pobreza, el hambre y la miseria.
Escuchamos, la semana anterior, opiniones de los especialistas que nos hacen pensar que aún no enfrentamos de lleno el temporal que viene. Estoy cierto que no podemos controlar directamente las condiciones económicas que nos rigen, pero hoy debemos fortalecer nuestra templanza, nuestro entusiasmo y ponderar las oportunidades que han decidido venir con mayor frecuencia a nuestra patria chica, pero sobre todo debemos mantener la confianza en nosotros mismos para que la comunidad que formamos todos, siga rindiendo frutos como esta vid, que nos muestra en su tronco los muchos temporales que han dejado su huella.
Así, con confianza, entusiasmo, templanza y corresponsabilidad en la generación de empleos, esperemos que nuestra economía local, a pesar de todo, siga rindiendo frutos en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.
