El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado mucha expectativa y también preocupación. Después de algunos días, se confirmó el triunfo aplastante de los republicanos en el vecino país del norte. No sólo recuperaron la presidencia de la república, sino también la mayoría en la cámara de los representantes y la de senadores. Con ello, Donald Trump tendrá manga ancha para impulsar las decisiones y políticas que mejor le convengan, acorde a su proyecto MAGA (Make América Great Again).

Todo esto ha creado un panorama enrarecido que ha puesto a nuestro país en un hilo de incertidumbre.

La llegada de tal mandatario ya plantea, de inicio, los siguientes retos para México:

De entrada está el tema migratorio, donde el próximo mandatario ha dejado en claro que aplicará una política de cero tolerancia a las personas que llegan en busca del sueño americano, cerrando en absoluto la frontera e impulsando deportaciones masivas, lo cual generará graves repercusiones. ¿Qué postura adoptará México frente a este fenómeno y las amenazas declaradas del próximo presidente?

El segundo aspecto importante será la revisión, aunque algunos ya le llaman renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). No debemos olvidar que en su mandato anterior Donald Trump canceló el entonces TLCAN que llevaba más de 20 años de vigencia, sin importar las relaciones comerciales que se tenían entre los tres países involucrados.

Aunado a ello, la postura del próximo líder de la nación americana ha sido clara: impulsar una economía cerrada y proteccionista. Aquí, dicen los expertos, jugará un punto crucial la recién aprobada reforma judicial. ¿Influirá este nuevo panorama en su ejecución?

Y está la agenda de seguridad, donde al parecer lo menos que habrá será cooperación entre ambos paises, pues Trump parte de imponer sus condiciones en la relación bilateral, calificando a los cárteles como narcoterroristas, con todas las consecuencias que ello implica. ¿Qué postura mantendrá nuestro país frente a tales calificativos?

Todo ello enmarcado en un ambiente de advertencias o mejor dicho “amenazas” de aplicar aranceles que van del 25% en aumento. Estos y muchos otros aspectos serán retos de alta complejidad que tendrá que atender y enfrentar el gobierno de México.

Sin duda, el regreso de un personaje tan controversial como Donald Trump al gobierno de Estados Unidos trae consigo cambios sustanciales en las relaciones internacionales. Será importante que los expertos en diplomacia afinen sus argumentos frente a un presidente que, por lo que se ve, viene con todo y por todo.