Durante gran parte de mi vida me he dedicado al servicio público. Soy orgullosamente egresada de la licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Querétaro, inicié mis estudios de maestría en Administración Pública por la Facultad de Derecho de la misma universidad y he cursado diferentes diplomados y especialidades relacionadas con esas materias.
Asimismo, he ocupado varios cargos públicos como regidora, diputada, dirigente y líder social. Me apasiona el servicio público y la política, porque ambas forman una sinergia que influye de manera decisiva en la construcción de una sociedad más equitativa y justa.
No obstante, estos años he visto transformaciones inéditas en la forma de hacer política, que me han llevado a reflexiones sustanciales. ¿Estamos conectando con la gente? ¿La política y los políticos seguimos cumpliendo nuestros fines? Hoy la sociedad no tiene la misma cercanía con los movimientos políticos.
Las decisiones electorales o de grupo se mueven por factores externos que nos llevan a replantear los modelos de representación y democracia.
En particular, la situación que se está viviendo en México demanda una mayor reflexión en torno a la efectividad de los instrumentos de participación ciudadana y su vinculación con las instituciones.
El último proceso electoral que se llevó a cabo representó un reto importante para quienes estamos inmersos en la política. Cada vez es más difícil conectar con la ciudadanía. Considero que los partidos políticos están pasando por una crisis existencial y de confianza, que ha trastocado su legitimidad y la de todo el sistema político.
Por ello, desde la posición en que actualmente me encuentro, como diputada federal y presidenta electa del Comité Estatal del PRI en Querétaro, es muy importante conformar estrategias que nos permitan volver a conectar eficazmente con la ciudadanía.
La gente ha cambiado y la manera de hacer política y conectar con ella, también. En este sentido, es importante replantear los estudios, doctrinas o tendencias aplicables a la comunicación política. Ello es algo muy valioso e importante frente a los cambios que ha mostrado el sistema tradicional de partidos.
A lo largo del tiempo me he desempeñado en cargos públicos, he tenido la oportunidad de ocupar cargos de decisión que me han llevado a enfrentar retos y superarlos. Creo que el próximo año puedo aportar conocimientos y experiencia a la política mexicana, al sistema electoral y a la gobernabilidad en mi país, y eso es lo que vamos a hacer.
En México estamos todavía en una transición democrática histórica, donde si bien la sociedad está polarizada y cada vez es más difícil generar identidad y cercanía, la realidad es que aún podemos consolidar un país con instituciones sólidas y firmes y ese será el reto del próximo 2025.