Estoy por comenzar una nueva etapa en mi carrera, pues gracias a la confianza que depositaron las y los queretanos -a principios de junio- en Lupita Murguía y en un servidor, a partir de septiembre nos convertiremos en Senadores de la República.
Sin duda, el tener la oportunidad de representar a Querétaro desde el Senado es uno de los más grandes honores a los que se pueden aspirar y, por ello, hay que estar a la altura, preparados y, sobre todo, hay que mantenerse con los pies en la tierra.
Desde que comencé mi carrera en el servicio público, hace más de una década, me propuse como ejes rectores de mi actuar 1) Escuchar, 2) Estar cercano a las necesidades y 3) Buscar resolver. Estos principios han guiado mi toma de decisiones y han sido una parte muy importante en la definición del tipo de servidor que quiero continuar siendo.
Estos pilares también me acompañarán en el Senado, pues el estar física y digitalmente accesible favorece el escuchar para poder comprender, con empatía, las preocupaciones que tiene la ciudadanía, lo cual es clave para poder resolverlas y así promover tanto el bienestar, como la cohesión social.
El ser un servidor público cercano e integrado en la comunidad permite poder conocer y entender, con mayor facilidad, los desafíos que viven las y los ciudadanos, además de que, gracias a la cercanía, se genera un clima de confianza en los servidores gracias a la proximidad, lo que incita la participación ciudadana en la vida pública, la colaboración, el diálogo y el entendimiento, lo que facilita la vida en sociedad.
Aunado a lo anterior, la cercanía promueve una toma de decisiones más justa y equitativa, pues hace más preciso el diseño de las políticas públicas, de tal forma que estas verdaderamente respondan a los retos que enfrentamos como comunidad.
Por todas estas razones, como Senador de la República me mantendré cercano y las puertas de mi oficina siempre estarán abiertas para todas y para todos: ¡sigamos haciendo equipo para continuar construyendo un Querétaro brillante!