A grandes rasgos, el nearshoring es la práctica en la que las empresas subcontratan parte de sus actividades o procesos comerciales, para que las realicen proveedores ubicados en otros países.

El objetivo principal del nearshoring es reducirle costos a estas empresas y trabajar en países con una cultura similar y una lengua que facilite sus labores de supervisión, comunicación e intercambio de información, al mismo tiempo que se aprovechan las ventajas de la proximidad geográfica con grandes mercados mundiales.

Desde una perspectiva económica, el nearshoring ofrece a México una serie de ventajas estratégicas que pueden impulsar nuestro desarrollo y competitividad en el mercado internacional; aprovechando que nuestro país tiene áreas de oportunidad que nos hacen un destino deseable para esta práctica.

Somos vecinos de los mercados de Estados Unidos y Canadá, que son de los más grandes del mundo. Esa proximidad nos permitiría ofrecer tiempos de entrega más cortos, así como para responder a las demandas cambiantes de estos mercados.

Otra ventaja es que tenemos acuerdos comerciales que nos facilitan entrar en estos mercados y nos dan relevancia; como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y otros tratados bilaterales, que nos dan la preferencia.

México cuenta también con una población joven con acceso a educación y capacitación. Esto forma una base de talento y mano de obra capacitada, que puede satisfacer las necesidades de los diversos tipos de empresas.

De igual manera, nuestro país tiene experiencia en una gran variedad de industrias, como la manufactura, la electrónica y la automotriz, lo que nos convierte en un lugar atractivo para la expansión de empresas que operan en estas áreas y que pueden aprovechar la infraestructura y logística que ya sirve a estos nichos.

El nearshoring nos va a permitir capitalizar estas áreas de oportunidad, para acceder a mercados importantes y aprovechar nuestras capacidades competitivas para atraer inversiones y crear empleos; pero también nos presentará nuevos desafíos que tenemos que superar.

El nearshoring es sin duda una oportunidad que debemos aprovechar, pero al mismo tiempo tenemos que avanzar en otras acciones que nos garanticen nuestra fortaleza económica en el futuro.

Debemos diversificar nuestra economía para no depender solamente de la manufactura, desarrollando sectores como la tecnología, la biotecnología, el turismo, la agricultura y los servicios financieros, entre muchos otros ámbitos en los que México tiene condiciones para sobresalir. Esto nos ayudará para reducir la vulnerabilidad a los cambios en la demanda global de manufactura.

También tenemos que fomentar la innovación y la investigación para impulsar industrias de alta tecnología; invertir en educación y capacitación de alta calidad; así como impulsar el emprendimiento y la creación de nuevas empresas innovadoras.

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