¿Sabía usted que “El negrito” del Carro de la Posada es la representación simbólica de nuestra tercera raíz queretana? ¿Sabía usted que su nombre es Gatatumba? Si lo ignoraba, no se preocupe, sólo son preguntas que nos conducen a revalorar nuestro pasado afromestizo para recuperar esa parte del patrimonio cultural extraviado en el olvido oficial.
Cada navidad es representada la mentalidad colonialista de la clase hegemónica para extenderla en el imaginario colectivo. Es por eso que Gatatumba, popularmente conocido como “El negrito” canta cada año: Gatatumba, tumba, con panderos y sonajas,/ Gatatumba, tumba, no te metas en las pajas,/ Gatatumba, tumba, toca el pito y el rabel/ Gatatumba, tumba, tamboril y cascabel.
Las representaciones continúan justificando socialmente el racismo de los queretanos en nuestros días, a quienes españoles y criollos virreinales despreciaban llamándolos gente “menuda, vil y malviviente”.
Hacer chistes a costillas de los grupos subalternos es una práctica muy extendida a lo largo y a lo ancho de nuestra geografía humana. De los negros, hay uno que dice que el negro es un blanco perfecto... en la nieve.
Eduardo Galeano, escritor uruguayo, en su libro Patas arriba. La escuela del mundo al revés (siglo xxi editores, México, 1999), nutre la negativa visión histórica de las personas de piel color de ébano en el capítulo: “Así se prueba que los negros son inferiores (Según los pensadores de los siglos dieciocho y diecinueve)”, en donde aporta verdaderas perlas del racismo de la Europa etnocentrista. Veamos algunas: Barón de Montesquieu, padre de la democracia moderna: Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo negro. Carl von Linneo, clasificador de las plantas y los animales: El negro es vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbre disolutas. David Hume, entendido en entendimiento humano: El negro puede desarrollar ciertas habilidades propias de las personas, como el loro consigue hablar algunas palabras. Etienne Serres, sabio en anatomía: Los negros están condenados a ser primitivos, porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Francis Galton, padre de la eugenesia, método científico para impedir la propagación de los ineptos: Un cocodrilo jamás podrá llegar a ser una gacela, ni un negro podrá jamás llegar a ser un miembro de la clase media. Louis Agassiz, prominente zoólogo: El cerebro de un negro adulto equivale al de un feto blanco de siete meses; el desarrollo del cerebro se bloquea, porque el cráneo del negro se cierra mucho antes que el cráneo blanco.
El Carro de las Posadas es una tradición queretana de 1826, inspirada en representaciones de la época virreinal, cuya finalidad fundamental fue la de imponer a indios, negros y mestizos la religión del conquistador; fue un eficaz instrumento utilizado por los misioneros que recurrían a lo visual mediante cuadros plásticos, representaciones teatrales o autos sacramentales; así, al no predicar en las lenguas autóctonas, enseñaban los misterios de la religión, su religión. Desde el siglo XIX “El negrito” es el representante de la maldad, porque sistemáticamente se niega a dar posada a María, la futura madre del niño dios, esposa de san José.
Finalmente el renegado negro, representado por un niño cubierto de reluciente betún y encrespado pelo negro termina mandando a todos al diablo: Sale de su choza gritando: “No hay aquí siquiera/ un lugar vacío/ que inmenso gentío/ lo vino a ocupar” y vuelve a meterse azotando la puerta.
Escritor
