Al concluir la reciente Conferencia de Seguridad de Munich, Europa parece partida en 2 y fuertes presiones se ciernen sobre ese continente para cumplir el sueño de Vladimir Putin, su fragmentación.

Destacan 3 participaciones en la Conferencia anual, la del vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance, la del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky y la del ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius. El primero, planteando la estrategia de Donald Trump de abandonar a Ucrania a su suerte frente a la invasión rusa, cortarle el suministro de armas, obligándola a capitular. Vance abusó de su retórica, regañando a los países europeos, falseando hechos y demagógicamente citando al Papa San Juan Pablo II en una frase que nada tiene que ver con lo que dijo.

Como réplica, vinieron las intervenciones de Zelensky y de Pistorius, dejando bien claro cuál es el panorama real de Europa frente a la amenaza rusa.

Trump ha amenazado con el retiro de todas las tropas norteamericanas de Europa si no aceptan su plan de “paz”; pretende un arreglo que cumple cabalmente los propósitos rusos y exige que su firma sea pronto. Ucrania será la que pague el precio si esto se concreta. Por si fuera poco, Trump ha pedido a sus socios europeos que readmitan a Rusia en el Grupo de los 7, del que fue expulsado en 2014.

Ha sido tal el impacto de las posiciones encontradas entre Estados Unidos y Europa, que se citó a una conferencia extraordinaria de ministros de relaciones exteriores en Munich, a otra de todos los líderes de la Unión Europea en París y el día 24 de toda la Comisión Europea que viaja a la capital ucraniana.

Zelensky ha sido claro en que el problema para Europa no es ayudar o no a Ucrania, sino su propia seguridad, ante las agresiones rusas. Las pretensiones de Putin rebasan el territorio de Ucrania y pretende extender su zona de dominio como estaba en la guerra fría, por lo que busca que los países que se unieron recientemente a la OTAN, dejen de hacerlo. Zelensky subraya que Europa se tiene que defender de Rusia incluso sin la ayuda norteamericana.

Por su parte, el ministro alemán, indignado ante las pretensiones de Trump, ha destacado que los muertos norteamericanos de la II guerra mundial lo habrán sido en vano de llevarse a cabo el proyecto que enarbola.

Europa tiene 2 opciones: fortalecer la unión, rearmarse y dar la cara ante la amenaza rusa (ya hay alrededor de 150 mil soldados en Bielorrusia), lo cual implica erigir unas fuerzas armadas multinacionales, así como mantener la presión y las sanciones, especialmente las tecnológicas y las financieras, a Rusia hasta que regrese a Ucrania los territorios invadidos y pague reparaciones de guerra; o bien, ceder a las ambiciones de Putin, ver cómo se apodera de Ucrania, Georgia, los países bálticos, Polonia y hasta Finlandia.

Finalmente, Trump no puede hacer todo lo que quiera, para muchas decisiones debe contar con el congreso, donde tiene una oposición importante, así como dentro de su propio partido; le están iniciando juicio político, el famoso “impeachment”. Aún hay mucho por ver.

Maestro en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales.

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