La nueva recomposición del poder a nivel mundial está siendo tensionada porque las potencias juegan sus fichas particulares, sus propios intereses, sin ponerse de acuerdo en la configuración de un nuevo orden aceptado por todos.
Así, crecen las demandas de levantamiento de sanciones aplicadas a países que rompieron las reglas internacionales establecidas, válidas hasta ahora, y se lanzan en una dirección y en otra. El gobierno de Trump pide a Europa levantar las sanciones a Rusia, que invadió arteramente Ucrania, en tanto ésta y China piden lo mismo para Irán, que no sólo apoya y sostiene grupos terroristas que han atacado a Israel, sino que trata por todos los medios de obtener su bomba nuclear.
Siendo 9 los países que poseen este tipo de armamento: Estados Unidos, Rusia, China, Inglaterra, Francia, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte, el permitir que Irán alcance esta condición no sólo alteraría el muy frágil equilibrio existente en Oriente Medio, sino que catapultaría a otros países a hacerse de armas similares.
Y, pese a ello, tanto China como Rusia han estado presionando a Washington para que levante las sanciones impuestas a Irán. En una conferencia sostenida en Pekín este fin de semana, ambas potencias han apoyado el derecho de Irán para que utilice la energía nuclear con fines pacíficos, algo que el gobierno de los ayatolas ha venido sosteniendo desde que inició su programa y cuyo disfraz ni ellos mismos se creen.
Como contraparte, Estados Unidos ha estado presionando a la Unión Europea para que levante las sanciones a Rusia a fin de alcanzar al menos un alto al fuego en Ucrania. En realidad, Zelensky le ha demostrado a Trump que sí tiene cartas para jugar y ha atacado una refinería de la petrolera estatal rusa Rosneft en la costa del Mar Negro, además de haber ya lanzado ataques con drones sobre la capital rusa, Moscú.
Resulta muy poco probable que se llegue a acuerdos en estos 2 temas. Por un lado, Rusia no puede dejar de ser sancionada ante el artero ataque contra Ucrania y aunque Trump prácticamente ha abandonado este país, la Unión Europea se ha manifestado claramente en el fin de aumentar su ayuda militar. Putin no es un tipo confiable y le urge que le resuelvan el embrollo en el que se metió y en el que ha mostrado no tener ni los recursos que ha presumido, ni el apoyo, ni la estrategia, ni el liderazgo para poner de rodillas a Ucrania.
Irán tampoco cuenta con la aceptación ni el liderazgo en el mundo musulmán como para poder desarrollar un arma nuclear sin grandes y graves riesgos. Sus tutelados en la Franja de Gaza han sufrido lo indecible en represalia del ataque lanzado contra Israel y ahora, sus otros peones, los hutíes de Yemen ya están enfrentando buena parte del poder norteamericano. Su fuerte es que China adquiere el 90% del petróleo iraní.
La velada amenaza de Trump de utilizar la fuerza armada para detener el programa nuclear iraní es seguida con mucha atención por Israel, país al que le resulta simplemente intolerable un Irán nuclear. Tenemos un problema de ausencia de liderazgo.
Maestro en Administración
Militar para la Seguridad y Defensa Nacionales