En sistemas colaborativos, la suma de las partes puede ser mayor que la suma individual de cada parte, debido a la sinergia y la creatividad que surge de la colaboración.

Ante la amenaza que nuestro vecino del norte imponga un arancel del 25% a la exportación de todos los productos de México hacia Estados Unidos hasta que se resuelvan los grandes problemas de la inmigración y de la producción del fentanilo, nos obliga a considerar dos caminos: la confrontación o la colaboración.

Adicionalmente en nuestro país se ha radicalizado la polarización ideológica de nuestra sociedad ante los cambios y reformas que están ocurriendo desde el centro del poder desapareciendo a los órganos autónomos así como la implementación en fast-track de una reforma judicial que a pocos convence. Ambas situaciones por supuesto que representan un fuerte dolor de cabeza.

¿Como enfrentar estos grandes problemas? En mi opinión yo apuesto a la colaboración como medio de negociación y de construcción con acuerdos más duraderos, el conflicto y la confrontación nunca ha sido un buen camino pues tarde que temprano ocurren resultados donde ambas partes pierden, nadie gana.

Por supuesto que esta forma de pensar surge de una cultura fincada en la educación, en valores y principios, que deberían permearse desde el núcleo familiar hasta todas las formas sociales de un conglomerado que se llama País.

En las organizaciones empresariales, por supuesto que tiene mucha aplicabilidad, no solo en la actitud o en el adjetivo de llamar “Colaborador” a los empleados o trabajadores que prestan sus servicios personales en una relación laboral, sino en la necesidad de crear, inducir y fomentar una cultura de colaboración entre los equipos de trabajo, entre los departamentos, entre los gerentes y directivos, pues todos sabemos que existen sistemas y funciones que son transversales que conectan horizontalmente a toda la organización, pero ello no significa que los empleados trabajen en una cultura de colaboración, de disposición, de ayuda, desprendiéndose de su “estatus” de su autoridad, o de su prestigio. Es muy importante trabajar en colaboración desde el análisis de los problemas en forma conjunta hasta el diseño e implementación de las soluciones, de lo contrario ocurrirán, reprocesos, desperdicios de tiempo y recursos enfrentando conflictos que francamente son evitables.

Aprendamos a trabajar TODOS en colaboración, sabiendo escuchar e incorporar el punto de vista del “otro” sumando esfuerzos y recursos, de esta forma seremos más eficientes y eficaces en la solución de problemas que finalmente son temas que nos afecta o nos beneficia a TODOS.

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