Por supuesto que ha todos nos preocupa las amenazas de Donald Trump por repatriar a todos los inmigrantes ilegales, es decir no documentados procedentes de México y países de Centroamérica, el Caribe y algunos de Sudamérica
Pero ¿cuál es la realidad de nuestros paisanos?
Se estima que hay alrededor de 12 millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos, de los cuales 4.1 millones son indocumentados, y además se calcula que cada año aproximadamente 390 mil mexicanos se mudan a Estados Unidos, es decir cruzan la frontera norte en la mayoría de las veces burlando a la patrulla fronteriza.
En cuanto a los trabajadores temporales se estiman alrededor de 437 mil mexicanos que trabajan un tiempo en USA, y luego regresan a sus comunidades en México. Los estados con mayor concentración de migrantes son California, Texas, Arizona e Illinois.
¿Por qué es tan atractivo acudir a Estados Unidos a buscar trabajo? Porque allá lo encuentran y a una paga que ronda entre los 10 hasta los 15 dólares por hora. Es tal la necesidad de buscar ingresos, que asumen el riesgo no tan solo de la deportación, sino de los accidentes que en tránsito tienen que enfrentar. Por supuesto que el beneficio es tan grande que las remesas que envían a nuestro país para apoyar a sus familias rondan por los $67,600 millones de dólares anuales una cantidad brutal que logra un impacto en la economía de nuestro país, pero refleja la falta de oportunidades para obtener un ingreso digno en sus ciudades de origen, por la falta de fuentes de empleo y por supuesto la inseguridad que existen ya en la mayoría del territorio nacional.
Por lo anterior urge promover la inversión pública y privada con proyectos productivos que generen confianza en los inversionistas aunado a las garantías de un estado de derecho que proteja sus inversiones.
El empleo formal en México medido a través del número de afiliados en el IMSS asciende a 22 millones 643,638 reportado por el titular de esta entidad para 2024, sin embargo, el empleo informal es del 54,9%, lo cual indica una escasez de empleo remunerado que se agrava cada año al incorporar una población joven que demanda trabajo. Esta es nuestra realidad y que se refleja en desesperación por obtener un trabajo estable.
Por otro lado, los beneficios económicos que reciben los empresarios estadounidenses al contratar inmigrantes en los sectores de agricultura, construcción, hotelería y servicios de transporte son muy significativos no solo por remunerarlos con un salario menor que si contrataran americanos para desempeñar estos oficios, sino porque son trabajos necesarios e indispensables para mantener su economía.
Nuestra mano de obra siempre ha sido reconocida por su habilidad y sentido de responsabilidad cualidades que deben ser consideradas en la mesa de negociación antes de tomar la decisión de realizar redadas y deportaciones.
Esperemos que esta situación se regularice y se otorguen todas las facilidades para nuestros paisanos que por cierto igual participan en actividades técnicas, administrativas, y de negocios. Hasta ahora no he encontrado ningún mexicano que le haya ido mal después de emprender un negocio en ese país debido a que las condiciones son favorables para invertir allá.
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