Hoy las empresas están enfrentando diversos problemas para impulsar su crecimiento y en otros casos su sostenibilidad, aquí me referiré a la remuneración de su personal.

Es claro que financieramente existe un presupuesto para la operación de los gastos y costos de la empresa con el fin de establecer el punto de equilibrio en sus estados financieros y alcanzar la recuperación de su inversión. Sin embargo, hoy se requiere cambiar la visión y el paradigma sobre el costo de la nómina, al considerarla sólo como un gasto, cuando aquí precisamente esta la oportunidad de impulsar la productividad laboral entre otros factores.

Después de varios años de consultoría que hemos proporcionado a un sinfín de empresas, en giros y tamaños diversos, encontramos que aún persisten los problemas de antaño: primero la consideración que los sueldos y salarios deben representar una proporción del costo total en su operación con el fin de no repercutirlo en el precio de sus bienes y servicios, con el riesgo de que queden desfasados de su competencia; segundo, que los incentivos y la administración de sueldos se deben incrementar en función sólo del índice inflacionario que dicta el Banco de México, esta forma de operar la gestión de sus recursos humanos frena definitivamente la productividad laboral, permítanme explicar.

Primero debemos considerar que existe un mercado laboral de oferta y demanda de empleo, que en teoría debiera permitir el conocimiento del valor económico de la posición o puesto vacante a cubrir, pero en realidad es complejo precisar el salario promedio que rige en el mercado, ya que hemos observado que existe una dispersión de más de 200% en las pretensiones de los aspirantes en el proceso de contratación, por lo tanto se debe corregir la consideración que el sueldo base de ofrecimiento de empleo es el principal satisfactor, surge entonces la necesidad de diseñar un plan de compensación integral con beneficios económicos y no económicos que permita atraer y retener al personal calificado, es decir, el talento deseado.

Sin embargo, antes de ello las empresas deben ordenar la organización, recurso indispensable para alcanzar la productividad deseada. Un plan de compensaciones alineado al modelo de negocio que premie el logro de objetivos. La innovación y el emprendimiento es fundamental, para ello siempre hemos recomendado clasificar previamente la importancia de cada puesto en su organización mediante el análisis de las responsabilidades de cada puesto, las habilidades requeridas, su contribución a los objetivos empresariales y sobre todo construir indicadores de medición, asegurando con ello una correcta valuación de todos los puestos de la empresa, una vez que se logre la claridad organizacional, se podrá establecer una equidad salarial asociando las responsabilidades específicas de cada puesto con su salario ideal.

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