Donald Trump ya cumplió su amenaza incrementando los aranceles de todos los productos mexicanos de exportación con el 25%
¿Y Ahora qué sigue?, responder con un arancel equivalente a las importaciones de Estados Unidos, para equilibrar nuestra balanza comercial y conseguir que se mantenga el superávit, que por cierto ya lo habíamos logrado por varios años teniendo una diferencia a favor, en 2024 se logró una diferencia a favor por más de $172,000 millones de dólares.
Trump está desatando una guerra comercial que afectará a los dos países, al adquirir productos de importación más caros, ocasionará una inflación en su mercado interno. Para nuestro país se afectará la cadena productiva de exportación y de suministros, con reducción de los programas de producción en las empresas, paros de plantas y perjudicando la permanencia de la plantilla laboral y fuentes de empleo.
Recordemos que el 80% de nuestras exportaciones tienen como destino USA una cifra que ya ronda los $500,000 millones de dólares al año; con un estrecho vínculo comercial con Estados Unidos, a través de la exportación de automóviles, camiones, autopartes, pantallas, productos eléctricos, agrícolas, etc. El intercambio comercial representaba más de $800,000 millones de dólares según INEGI, uno de cada cinco empleos depende hoy de la exportación y nuestras ventas al exterior representan el 33.16% del PIB.
A pesar de que México es el segundo socio comercial de Estados Unidos, a Trump solo le interesa fortalecer su economía interna defendiendo sus plantas productivas e incentivando la relocalización de las inversiones en su país, con el lema “Let's make America great again”.
México tendrá que responder incrementando los aranceles de importación de Estados Unidos para compensar este desequilibrio, pero de manera inteligente identificando aquellos productos y regiones donde le duela más y le ocasione reclamos de su base electora, pues saben bien que sus costos de producción son mayores que traer los productos desde México.
Ante este nuevo escenario, ¿cómo deben responder las empresas? Buscar nuevos mercados alternos, donde sus productos tengan ventajas comparativas en la exportación; buscar alianzas con sus proveedores y clientes para mantener la planta productiva, sacrificando utilidades para mantener los compromisos de suministros de largo plazo, y por supuesto buscar economías con eficiencia en sus procesos e impulsar la innovación de sus productos y servicios.
El gobierno debe construir alianzas permanentes entre el sector público y privado en todos los sectores y estados de la república, para fortalecer la economía de México y hacer frente a una recesión que podría extenderse hasta 2027.
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