La Agencia de Comunicación Digital y Telecomunicaciones que presentó hace unos días la Presidenta y de quien es titular José “Pepe” Merino, es una visión de austeridad diferente e innovadora. No me refiero a que se trate de una “fórmula” nueva para el ahorro de dinero o que sea una propuesta que nunca antes se haya considerado, más bien es el aprovechamiento de las tecnologías para ofrecer un contacto más eficiente y eficaz entre el Gobierno y la población.

Unificar las capacidades tecnológicas y generar la autonomía tecnológica para que el gobierno pueda ofrecer soluciones prontas y efectivas, es la apuesta más importante de este rubro. Si bien es cierto que ya contamos con trámites digitales que permiten al pueblo realizar sus procesos más rápido y sin perder valioso tiempo, el apostar a digitalizar la mayor parte de los procesos con que cuenta la administración pública, permite redireccionar los gastos, ahorrar y sobre todo, brindar certeza a todas y todos.

Tomando como premisa el Derecho Humano al Internet y apostando por una estrategia transversal para garantizarlo, el dotar de autonomía plena y seguridad de la información, se acercarán los servicios a todas y todos en la República. Se trata de una estrategia en la que la ahora Empresa Pública Comisión Federal de Electricidad lleve internet de calidad a las poblaciones más alejadas, así como regular los precios y evitar las prácticas monopólicas de las empresas que “proveen” este servicio y con ello, que toda la población históricamente vulnerable, tenga acceso a programas y apoyos.

No se necesitarán intermediarios y por lo tanto, se combate la corrupción, al ser una estrategia implementada y operada por la Administración Pública, será el gobierno quien se encargue de solucionar los problemas tecnológicos y por lo tanto, no habrá burocracia administrativa con prestadores de servicios y, por último, se aprovechan las tecnologías limpias y se minimiza el uso del papel en las actividades gubernamentales, siendo así que se trabajan en diferentes frentes con una sola acción.

La Transformación Digital como simplificación de trámites, digitalización o identidad digital, así como la Infraestructura Pública Digital (Fábrica de software, infraestructura, inteligencia de datos, ciberseguridad, programa espacial mexicano, etc.), vienen incluidos en la nueva Ley de Simplificación y Digitalización para brindar a las y los mexicanos, un bienestar tecnológico, avances y desarrollo económico y social, a la altura de un gran gobierno.

Sin duda alguna el segundo piso de la cuarta transformación está dando pasos firmes en los meses finales del 2024 y lo está haciendo para dotar de firmeza a lo que viene en el resto del sexenio; ya tuvimos seis años del mejor Presidente que ha tenido México y ahora vienen otros seis años de la Mejor Presidenta de la historia.

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