A raíz del gran protagonismo que tomó el Movimiento de Regeneración Nacional y los contundentes triunfos que se han dado desde 2018, con la victoria de nuestro presidente Andrés Manuel, los partidos de oposición (y extrañamente uno que se suponía de izquierda) no han parado de intentar descalificar y desacreditar nuestro movimiento.

Basta con recordar la campaña del 2018 donde Andrés Manuel López Obrador, contra todos los pronósticos, contra toda la previsión de resultados de las encuestadoras y contra toda la maquinaria que representaba en aquel entonces el Estado, ganó las elecciones convirtiéndose en Presidente de la Nación.

En esa elección no pararon los comerciales y publicaciones con discursos falaces, arteros y mediocres de medios de comunicación y actores políticos de institutos como Acción Nacional o Revolucionario Institucional, donde querían hacer ver a nuestro ahora Presidente como un delincuente, como un “peligro para México”.

Durante 6 años han intentado a toda costa derrumbar la fortaleza en la que se convirtió Morena y la Cuarta Transformación. Utilizando toda clase de artimañas, trampas, mentiras y calumnias que a la larga, terminarían en eso… simples palabras sin fundamento ni lógica; llegaron incluso a tomar medidas drásticas y desesperadas con tal de arrebatar (o recuperar) un poco del poder que habían perdido, formando una alianza antinatural (como lo he dicho antes) en donde la Derecha conservadora, se unió a la Izquierda Progresista tratando de usar (sí, usar) a los de “ideología de centro izquierda) como el canal que articulara esas ideologías contrapuestas y antiéticas en un discurso anti obradorista.

Como pudieron darse cuenta, ninguna de sus estrategias lograron consolidar ningún triunfo palpable, no lograron recuperar ni un ápice de lo que en algún momento tuvieron, no consiguieron ni figurar en las elecciones.

La muestra más clara de todo esto es que ahora, que volvieron a perder de una forma aplastante (y para algunos conservadores humillante por haber sido derrotados por una mujer), mantienen el argumento de la “sobrerrepresentación”. Ahora que no tienen ellos el poder, ni si quiera una minoría opositora, pretenden desgastar con el discurso de que “Morena y sus aliados” no pueden tener trescientos treinta y cuatro diputados porque es en contra de la Constitución.

Sólo me queda decirles dos cosas: primero, no se trata de una sobrerrepresentación pues Morena no tiene esa cantidad de diputaciones, sin mencionar que PT y Verde ganaron las elecciones que les dieron las diputaciones que tienen hoy. La oposición busca menospreciar e invisibilizar el esfuerzo de ambos institutos queriendo atacar su integridad. Segundo, pensando sin conceder que su argumento de que las alianzas y coaliciones configuran la sobrerrepresentación, han volteado a ver sus demás congresos, como nuestra LX Legislatura, en los que Acción Nacional “puso” los tres candidatos de Querétaro Independiente para que así, ellos pudieran tener 13 más tres de QI sin mencionar a los del PRI.

¿Verdad que no hay sobrerrepresentación?

Google News