A nivel federal se ha demostrado interés en temas muy trascendentales que no se habían visibilizado lo suficiente o por los que no se había apostado un poco más y a los que se les dará continuidad gracias a la confianza del pueblo.

El primer tema son los jóvenes, a quienes los más incrédulos, opositores, “antiamlos”, derechistas, conservadores y un largo etcétera, mal llamaron “ninis”. Al fortalecer una política pública que beneficiara a quienes se encuentran en una etapa de formación y crecimiento académico y profesional; una etapa por la que todos hemos pasado. Por primera vez se apostó por dar seguimiento, apoyo y todo el respaldo a los jóvenes que buscan incursionar en la vida laboral y productiva de nuestro país, construyendo y fortaleciendo lazos entre el sector obrero/patronal y las juvetudes que permitieron dar esa experiencia que muchos patrones y empresas solicitan; se apuesta por programas que apoyen los estudios de las juventudes y que, de forma muy estrecha, será continuado con nuestra presidenta electa.

Continuando con el párrafo anterior, la Dra. Claudia Sheinbaum ha decidido elevar a rango de Secretaría a dos órganos o áreas gubernamentales que tienen una relevancia muy importante en la historia, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONACYT) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), que pasan a ser Secretarías de Estado y a fortalecer la estrategia iniciada por el presidente Andrés Manuel.

Ahora no sólo se apostará por las juventudes, sino también, por la investigación científica, la innovación, el desarrollo y la modernización tecnológica del país y muy especialmente, por las mujeres.

Nos encontramos en el momento ideal para escribir una historia completamente nueva para nuestro país, una historia con tal trascendencia que podría cambiar por completo la forma en que nuestra sociedad podría ser visualizada por nuestros hijos o sus hijos. Se trata del momento en el que una mujer gobierna para todas las personas, por todos los derechos, apostando por las juventudes y generando mecanismos de desarrollo, participación activa y movilidad social que prometen un futuro de éxito, empoderamiento, justicia y desarrollo como nunca.

Las políticas públicas puestas en marcha por el actual Presidente y con la continuidad de la Presidenta electa apuestan por el estudio, la garantía laboral, la igualdad y equidad social, el respeto a los derechos, el rompimiento de barreras (techos de cristal), justicia sin corrupción, movilidad social pero sobre todo, por un México más próspero con más oportunidades.