Se entregó por fin la constancia de mayoría a nuestra Presidenta Electa, la Doctora Claudia Sheinbaum, quien en unos días más tomará protesta como la primer presidenta de nuestra nación.

Lo anterior es y será mencionado en muchos días (quizá todo el sexenio) pero no se ha visualizado la importancia de esto. Implica no solamente que será la primer presidenta de México, sino también que se ha superado una barrera histórica, se ha roto un techo de cristal (que en México parece más un techo de hierro).

El puesto de responsabilidad más alto, más importante, más visible y que, en ocasiones, parecía inalcanzable para nosotras las mujeres, será ocupado por la Doctora. Por primera vez una mujer tomará decisiones para nuestra nación, decisiones que se relacionan con absolutamente todo lo que pasa. No solo eso, muchas de las posiciones más importantes dentro del gabinete del Gobierno Federal, serán ocupadas por mujeres, lo cual hace evidente que por primera vez, nuestras políticas públicas, programas, objetivos, metas, soluciones, etc., tendrán una visión con una perspectiva completamente diferente.

Podrán decir que nunca existió esa limitación o que es un “invento”, pero basta con recordar que la Corte tuvo que “obligar la paridad” en las candidaturas para garantizar que hubiera mujeres en puestos importantes, con toma de decisión. En esta elección presidencial estaba garantizado que fuera una mujer la primer presidenta (sin menospreciar a MC) y que sería una mujer de izquierda.

Los institutos políticos han minimizado o hasta invisibilizado a sus actoras políticas, pero estoy segura que la Dra., sentará un precedente importante y aunado a todos los esfuerzos de nosotras, los esfuerzos que se han hecho a lo largo de los años y las luchas que se han ganado, las mujeres seguirán ocupando cada vez más y más cargos de la misma naturaleza.

Es tiempo de mujeres, es tiempo de cambiar la visión de la política, es tiempo de romper esa barrera de género impuesta por una sociedad patriarcal.

Google News