Como parte de la “nueva Cuarta Transformación”, que ahora encabeza la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, se encuentran estrategias de cambio, renovación e innovación que buscan garantizar (y priorizar) los derechos de todas las personas.
En un primer punto, recordemos que la Presidenta busca que exista una alternancia en los puestos de toma de decisión en todas y cada una de las dependencias que forman parte de la administración pública. Si bien es cierto que ya desde hace algún tiempo se viene trabajando una paridad en varios de estos puestos, como en los cargos de elección popular, en donde se prioriza que haya candidatas, lo que ahora busca apuntalar la Presidenta es que en la estructura organizacional del Poder Ejecutivo, se cuente con esta paridad transversal como un derecho consagrado en la Constitución.
Se busca reformar el artículo 41 para que se garantice que en todos los cargos de primer nivel (como mínimo) de los tres niveles de gobierno, exista una alternancia, basados en el principio de paridad de género. Esto garantiza que las mujeres puedan acceder a los puestos de primer nivel, rompiendo así una de las barreras laborales y trascendentales que existían en la función pública.
Otro aspecto para destacar dentro de la estrategia de crecimiento de la nación y respeto y garantía de los derechos de todas y todos nosotros, es una reestructura a las Empresas Productivas del Estado, para que pasen a ser nuevamente Empresas Públicas del Estado.
De lo anterior, mucho se ha hablado, discutido y criticado; el principal argumento de la oposición es que habrá deficiencias en la prestación del servicio de energías, considerando a la CFE dentro de sus argumentos. Nada es más falso que ello, pues la reforma pretende, entre otras cosas, priorizar que la CFE mantenga 54% de la energía eléctrica que se consume en el país, mientras que las empresas privadas del sector puedan ser proveedoras de 46% de la energía para así regular costos y que no haya aumentos que perjudiquen a la economía del pueblo.
Mucho se dice sobre que la reforma repercute en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, pues según la oposición, esto ahuyentaría las inversiones; sin embargo, recordemos que una de las apuestas a la innovación y fortalecimiento económico de la nación es el nearshoring, una estrategia comercial que consiste en trasladar parte de la producción de una empresa a terceros en países cercanos y que podría aumentar la productividad laboral en nuestro país.
Las Empresas Públicas permiten cubrir las necesidades de la población con menos recursos y controlan los mercados para evitar el abuso de poder y que se le garantice un ámbito estable a todas las empresas.
Así ha empezado la primera Presidenta de nuestra nación, con certeza, fuerza, decisión y liderazgo.