Desde el pasado lunes, la Senadora con licencia y aspirante presidencial Xóchitl Gálvez ha iniciado una serie de conferencias matutinas que ha llamado “las mañaneras de la verdad”, con el objetivo de contrarrestar la narrativa del presidente Andrés Manuel López Obrador en sus propias mañaneras.

La estrategia de Gálvez, diseñada por el consultor Víctor Pico Covarrubias, “consiste” en resaltar las historias de vida de mujeres trabajadoras, así como presentar propuestas concretas para resolver los problemas del país, desde la seguridad hasta la economía, pasando por la salud y la educación. Sin embargo, la precandidata del PAN, PRI y PRD ha aprovechado su espacio para criticar las políticas y decisiones del gobierno federal, así como para responder a los señalamientos y descalificaciones que, según ella, ha recibido por parte del mandatario.

A pesar de las diferencias que pueda haber entre una y otra mañanera, como cuestiones de horario y formato, lo que resulta interesante es lo que esta estrategia de comunicación ha logrado, pues nunca en la historia de nuestro país, un presidente había tenido tal acercamiento con la prensa ni marcado agenda como lo ha hecho hasta ahora.

Hoy sabemos que Andrés Manuel López Obrador es en número 1 del mundo de los streamers más vistos en español, pues de acuerdo con la medición publicada en septiembre del año pasado, su mañanera logró alcanzar 4.56 millones de vistas, superando a personajes muy conocidos como “Ibai Llanos”, “La Rivers” y “El Mariana”.

En cuanto al impacto, la mañanera de Andrés Manuel es considerada un mecanismo efectivo para informar a las y los mexicanos sobre las acciones gubernamentales que se implementan todos los días y brindar, de primera mano, los datos sobre ello. Lo trascendental, es que la mañanera se ha convertido en un medio de información eficaz y el cual genera interés en más y más mexicanos todos los días.

Las mañaneras de Gálvez son una estrategia de comunicación que busca contrarrestar las mañaneras de López Obrador, y posicionarse como una alternativa presidencial. Sin embargo, la precandidata de la oposición ha mostrado falta de astucia al saber que el teleprompter no es su mejor aliado; que la memoria le falla seguido; y que la sororidad y la perspectiva de género no se le da.

Lo verdaderamente importante aquí no es la competencia que se quiere generar entre ambas mañaneras, ni una lucha entre quien dice “la verdad” y quien no, sino la efectividad en la comunicación política y el impacto que logran en la opinión pública y en los medios de comunicación. ¿La mañanera de Gálvez logrará el impacto que tiene la de AMLO? ...ya lo veremos.

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