Integrantes de los partidos de oposición en nuestro país, principalmente del PAN y del PRI, desde el proceso electoral del año pasado (en el que por cierto fueron derrotados estrepitosamente) han tratado de establecer en la opinión pública un supuesto apoyo del gobierno federal de Morena a los cárteles de la droga que operan en México. A estas señoras y señores panistas y priistas (como Jorge Romero, dirigente nacional del PAN o Marko Cortés, exdirigente nacional del PAN o como la senadora panista Lilly Téllez o la diputada federal panista Kenia López) hay que recordarles que sus institutos políticos no tienen ninguna calidad moral para hablar sobre el tema, ya que los cárteles nacieron, crecieron y se consolidaron en la época de los gobiernos del PRIAN y esa situación la heredaron a los gobiernos de la 4T.
Efectivamente, el Cártel de Sinaloa nació alrededor de 1960 (durante gobiernos priistas, tanto a nivel federal como estatal); el cártel de Juárez nació a principios de 1970 (también durante gobiernos priistas, tanto a nivel federal como estatal); la familia michoacana y el cártel de Tijuana nacieron alrededor de 1980 (también durante gobiernos priistas, tanto a nivel federal como estatal); el cártel del Golfo nació en 1984 (gobiernos priistas a nivel federal y estatal), los Zetas nacieron alrededor del año 2000 (gobierno federal panista y gobierno estatal priista); el cártel Jalisco Nueva Generación nació en 2007 (bajo el gobierno federal del panista Felipe Calderón y del gobierno estatal de Jalisco, también panista); los Caballeros templarios nacen en Michoacán en 2011 (bajo el gobierno federal del panista Felipe Calderón y del gobierno estatal del PRD); y, finalmente, el cártel de Santa Rosa de Lima nace en Guanajuato en 2014 (bajo gobierno federal priista y gobierno estatal panista).
Hoy en día, personajes panistas y priistas se regocijan con la declaración de los cárteles mexicanos como “grupos terroristas” por parte del nuevo gobierno de Donald Trump. Sin embargo, tratan de que se nos olvide que el panista Vicente Fox puso como director de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) al delincuente Genaro García Luna (hoy preso en Estados Unidos por narcotráfico) y quieren que se nos olvide que el panista Felipe Calderón lo ascendió como secretario de seguridad pública en el sexenio 2006-2012.
Pero no se nos puede olvidar, pues la situación de violencia y de inseguridad heredada a la 4T es el resultado de la connivencia de los gobiernos del PRIAN con la delincuencia organizada (incluyendo la de cuello blanco y la transnacional).
Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx