Pues resulta ser que ahora los panistas están “muy preocupados” por los precios de las gasolinas. O son cínicos o creen que los demás no tenemos memoria.

Apenas el pasado 12 de febrero, el nuevo coordinador de los senadores panistas, el queretano Ricardo Anaya salió a decir que la gasolina debería tener un tope de 20 pesos. Habría que recordarle a Anaya, a los panistas y a la población en general que los panistas ya gobernaron el país durante 12 años, del 2000 al 2012. Gobernaron tan mal que, con complicidad del PRI, hicieron fraude electoral en las elecciones de 2006 para quedarse con la presidencia de la república a la mala. Gobernaron tan mal que ya ni siquiera pudieron hacer fraude en las elecciones de 2012 y perdieron de manera estrepitosa obteniendo apenas un 25 por ciento de la votación.

Habría que recordarle a los panistas que hoy se quejan de los precios de las gasolinas que a la llegada del panista Vicente Fox a la presidencia de la república el precio de la gasolina Magna era de 5.27 pesos por litro y el del diésel era de 4.37 pesos por litro y que al final del sexenio del panista Felipe Calderón, la Magna ya había aumentado hasta los 10.81 por litro y el diésel hasta los 10.90, teniendo un aumento del 105 por ciento, en el caso de la Magna, y del 150 por ciento, en el caso del diésel. Es decir, doblaron los precios. En esos 12 años, los panistas jamás bajaron el precio de la gasolina, porque nunca les interesó, tal y como no les interesa tampoco ahora.

Habría que recordarles a los panistas que ellos fueron entusiastas promotores de la reforma energética de 2013, uno de cuyos resultados fue el llevar el precio de la gasolina Magna hasta los 20 pesos el litro y el del diésel hasta los 20.73 pesos por litro. Es decir, casi duplicaron los precios en un solo sexenio (el del priista Enrique Peña Nieto).En todo este período los panistas subieron el precio de los combustibles o fueron cómplices de los aumentos al llevar el litro de gasolina Magna de 5 a 20 pesos, es decir, cuatro veces más cara, y el precio del litro de diésel de 4 a casi 21 pesos, es decir, cinco veces más caro. Habría que recordarles también a los panistas que ellos fueron cómplices de la destrucción del precio único de las gasolinas y del diésel. Cosa que sucedió a partir del 1 de enero de 2017. Y que también fueron cómplices de la entrega de gasolineras a grandes transnacionales extranjeras a las que por cierto no tocan ni con el pétalo de una rosa.

Como canta el grupo de pop español Café Quijano: “lo malo que tiene el pasado es que nunca lo puedes negar” y así les pasa a los panistas, les tenemos que estar recordando permanentemente su pasado.

Google News