El pasado 5 de diciembre, la presidenta, Claudia Sheinbaum, dio a conocer una fuerte inversión de 32 mil millones de pesos para la modernización de seis puertos marítimos estratégicos, cuatro en el océano Pacífico (Ensenada, Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Acapulco) y dos en el océano Atlántico (Veracruz y Progreso), además de continuar con obras en los puertos de Coatzacoalcos y Dos Bocas, en el Atlántico y en Salina Cruz y Puerto Chiapas, en el Pacífico y de los puertos considerados en el Plan Sonora: Guaymas y San Carlos, en el mar de Cortés.
Se trata de un plan integral de infraestructura logística para el transporte de mercancías y personas y en el que se incluye el desarrollo y potenciamiento de más líneas férreas en el sureste mexicano.
Para comprender la envergadura de estos proyectos hay que tomar en cuenta que el 90 por ciento de las mercancías, a nivel mundial, se mueve vía marítima. Y que nuestro país debe aprovechar al máximo su posición geográfica privilegiada al tener costas en dos océanos muy importantes para el comercio mundial.
Los puertos se miden por su capacidad de carga de contenedores estándar o TEU. Con los proyectos del gobierno de la 4T, Manzanillo llegará a manejar hasta 10 millones de TEU, lo que lo convertiría en el número 16 del mundo y Lázaro Cárdenas llegará a manejar hasta 8 millones de TEU con lo que casi entraría entre los primeros 20 del mundo. Además, se convertirán en los principales puertos de América Latina, superando al más importante en este momento, el puerto de Colón, en Panamá, que maneja 5 millones de TEU.
Manzanillo superaría, con poco, incluso a los principales puertos de los Estados Unidos, Los Ángeles, Nueva York y Long Beach, los que manejan 9.9, 9.5 y 9.1 millones de TEU, respectivamente.
El plan incluye la creación de 12 polos de desarrollo que incluirán aspectos esenciales como la logística, la petroquímica, el tratamiento, importación y exportación de hidrocarburos, la licuefacción de gas natural, la producción y distribución de concreto, la comercialización de gas LP, el sector inmobiliario, la comercialización y distribución de vehículos y autopartes, la electromovilidad, la agroindustria, las telecomunicaciones, el procesamiento de información, el amoniaco verde, dispositivos médicos, la industria farmacéutica y los metales.
¿Recuerda usted obras de tal envergadura durante los gobiernos neoliberales del PRIAN?
Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx