Con un verdadero cinismo, personajes de la oposición se quejan del “precio” de la gasolina y hablan de inexistentes “gasolinazos”. Les recordamos a las y los opositores que los “gasolinazos” se refieren a aumentos mensuales en el precio de las gasolinas y del diésel sí o sí, y que estos incrementos injustificados comenzaron el 5 de enero de 2016, fecha a partir de la cual los precios de las gasolinas y del diésel comenzaron a aumentar 11 centavos cada primero de mes.
Panistas y priistas usaron como pretexto para los gasolinazos el incremento en el precio internacional del petróleo, cosa totalmente falsa pues, por ejemplo, en 2012 un barril de petróleo de la mezcla mexicana costaba 101.86 dólares por barril, en 2013 bajó a 98.53, en 2014 volvió a bajar a 86.56, en 2015 cayó a 43.29, en 2016 (año en el que comenzaron los gasolinazos) bajó hasta 35.63 por barril, en 2017 subió a 46.73 y en 2018 se vendió en 61.71.
A PAN y PRI les daba igual si los precios internacionales del petróleo bajaban o subían. Usaban el mismo pretexto para aumentar siempre el precio de los petrolíferos. Si aumentaban los precios internacionales del petróleo, con ese pretexto aumentaban los precios de gasolinas y diésel y si bajaban los precios internaciones, con ese pretexto volvían a aumentar los precios de gasolinas y diésel.
Con el neoliberalismo el precio de la gasolina Magna (la de mayor consumo en el país) pasó de 50 centavos el litro (al inicio del sexenio del priista Salinas de Gortari, en 1988) a 20 pesos (al final del sexenio del también priista Peña Nieto). Un aumento de 40 veces. Algo a lo que también contribuyeron los gobiernos panistas de Fox (la Magna pasó de 5.27 pesos el litro a 6.74) y de Calderón (la Magna llegó a 10.81 pesos el litro). En términos porcentuales la gasolina regular aumentó casi al doble con Salinas de Gortari, casi cuatro veces con el priista Zedillo, casi una tercera parte con el panista Fox, un 60% con el panista Calderón y un 85% con Peña Nieto. En comparación, en el sexenio de López Obrador, sólo se tuvo un aumento del 17%.
Y lo mismo pasó con el diésel (el combustible más usado en el transporte de mercancías, en la pesca y en la agricultura) con aumentos brutales del 95 por ciento con Calderón y del 90 por ciento con Peña Nieto por un aumento de apenas el 21 por ciento en el primer sexenio de la 4T. En tan sólo tres sexenios (Fox, Calderón y Peña Nieto) el litro de diésel pasó de 4.37 pesos a 20.73, un aumento de casi cuatro veces.
Así que la oposición no tiene calidad moral para andar criticando supuestos “gasolinazos” ni tampoco el precio de la gasolina pues PAN y PRI destruyeron el precio único de gasolinas y diésel, a partir del 1 de enero de 2017.
Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx