Donald Trump tomará posesión como presidente de los Estados Unidos, sin embargo, desde que ganó las elecciones el año pasado, Trump comenzó a hacer política tanto interna como externa.

Es así como en noviembre del año pasado amenazó a nuestro país y a Canadá con poner un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones y a cobrar un arancel adicional del 10 por ciento a los productos originarios de China.

Ante estas amenazas, y las posteriores que tienen que ver con cuestiones de migración y de los cárteles de la droga mexicanos, la derecha mexicana ha manifestado su total beneplácito por dichas amenazas, las ven como amenazas a la presidenta Claudia Sheinbaum, a Morena o a la 4T y como si fuera algo exclusivo de México.

La derecha mexicana, antipatriota (como lo ha sido en toda su historia) no sabe leer o no entiende o hace finta que no entiende, pues el mismo día de las amenazas de aranceles contra México, fueron amenazados otros dos países, Canadá y China por lo que no se trata de algo exclusivamente contra nuestro país.

A finales de noviembre, Trump lanzó una nueva amenaza. Esta vez la de cobrar aranceles del 100 por ciento a los países que conforman el grupo de los BRICS, por lo que las amenazas se extendieron a Brasil, Rusia, la India y Sudáfrica y nuevamente a China.

En diciembre, Trump lanza una nueva amenaza contra un noveno país, Panamá, al acusarlo de que el canal de Panamá está “controlado por militares chinos” y que por eso los Estados Unidos quieren controlar de nuevo el canal.

A principios de este año las amenazas llegaron a Europa Occidental al amenazar a Dinamarca (el décimo país amenazado directamente, hasta ahora) con quitarle la isla de Groenlandia, la más grande del mundo, con más de 2 millones de kilómetros cuadrados, 200 mil kilómetros más grande que nuestro país. 10 países de cuatro continentes diferentes amenazados directamente. Por si fuera poco, ya estamos viendo la intervención del mismo Trump en el proceso electoral canadiense y su estrecho colaborador y empresario, Elon Musk, interviniendo en las próximas elecciones en Alemania o interviniendo en asuntos internos del Reino Unido.

Así que no se trata de una cuestión exclusiva de nuestro país sino de algo mucho más grande y global. Pareciera ser que Trump y su equipo sueñan con el restablecimiento de un nuevo imperio estadunidense y que el sentido del slogan MAGA (Make America Great Again) también hay que tomarlo en el sentido literal como extensión geográfica.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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